viernes, 3 de octubre de 2014

Horacio Núñez West, Nada nos pertenece, todo gira


POEMA SOMBRÍO

Nada nos pertenece, todo gira
indefinidamente en el vacío,
se desgasta, se evade. Ni la tierra,
ni el cuerpo, ni los rostros
que llegamos a amar, nos pertenecen.
Sólo la imagen, sólo la memoria,
la forma inmaterial de las conquistas
y acaso sentimientos, soledades
que van creciendo dentro de nosotros
y nos tornan más leves, más ajenos,
cada vez al combate en que vivimos.

Sin embargo, libramos nuestra lucha
con la tenacidad de un don sagrado.
Ocupamos lugares en la tierra,
ámbitos donde el alma se difunde
para vencer la soledad. Buscamos
corazones adictos, cierto espacio
donde sentir que crecen las raíces
de la palabra siempre.
Hasta que alguna vez nos detenemos
para mirar en torno y advertimos
los lugares vacíos y el derrumbe
de aquello que construimos. Sólo entonces
se desprenden durísimas verdades;
ya no palabras sino ideas claras,
como revelaciones dolorosas
que nos gastan el alma. En el silencio
de las voces calladas, en el bosque
de figuras destruidas, se levanta
una sola deidad. Y comenzamos
a descifrar su imagen en penumbra.

Un llamado ancestral, una voz única
nos llega desde lejos. Las raíces
se ponen a temblar en lo profundo.
Y sentimos entonces que la vida
es un caer constante hacia la muerte,
un infinito adiós.


HNW (1919-2012).-

De: "Pausa ante el mundo", 1959. En: “Canto a la Provincia de Buenos Aires”. 

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