jueves, 25 de diciembre de 2008

"El poder", poema de José María Pallaoro



El poder de una palabra
no radica en la voluntad
de poder

decir aquello
que los demás
quieren escuchar

El poder de la palabra

es un certero golpe
en la cabeza del silencio

Y de esa cabeza
–estallada en el aire–
se arma el mundo

a imagen y semejanza



con el mejor de los deseos, jm


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martes, 23 de diciembre de 2008

Falleció el historiador Carlos Moncaut


El Día, La Plata, 23 de diciembre de 2008


Profundo dolor causó la muerte del destacado historiador platense Carlos Antonio Moncaut, quien falleció ayer en nuestra ciudad a los 81 años.
Hombre de insondables conocimientos sobre el pasado bonaerense, prolífica obra y espíritu generoso, Moncaut ha dejado una marca indeleble en la historia de nuestra provincia a través de casi veinte libros publicados, decenas de ensayos y conferencias, e innumerables artículos periodísticos, muchos de los cuales fueron publicados en las páginas de EL DIA entre 1956 y mediados de la década del 70.Casado con María Teresa Barberis, su gran compañera en la vida e incondicional colaboradora de su obra, Moncaut había nacido el 8 de junio de 1927 en Etcheverry, en las puertas de nuestra ciudad y se educó en La Plata. Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Anexa y el bachillerato en el Colegio Nacional, donde obtuvo el 5º puesto en el ranking de los diez mejores promedios de calificaciones de su promoción. Más tarde cursó Medicina aunque no llegó a recibirse. Trabajó durante 23 años en la Dirección Provincial de Hipódromos y más tarde 27 años en un laboratorio de especialidades medicinales, donde se jubiló. Pero su verdadera pasión era la naturaleza, el campo y su pasado. La arqueología y la paleontología también fueron sus pasiones, por lo que les dedicó muchos años de su vida mediante estudios y trabajos de campo.Sin embargo, siempre reconoció que su gran pasión fueron los libros, raros y viejos. Pasión que a través de los años le permitió contar con una de las colecciones privadas más extraordinarias de nuestro país.A fines de la década del '50 se convirtió en investigador y escritor, llegando a publicar 19 libros, además de varias investigaciones que no llegaron a ser editadas. A lo largo de su vida recibió numerosas distinciones. Fue declarado "Ciudadano Ilustre" por el Concejo Deliberante platense; y Miembro de Número de la Academia Argentina de la Historia. Además recibió el premio "José María Rey" de la Municipalidad de La Plata (1970), el Gran Premio Consagración de la SEP (1980), el premio Cóndor 95 de la Asociación "Estampas y Memorias", y el premio Santos Vega de Plata (2007), entre otros.
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Homenaje: Carlos Moncaut y su viaje hacia el pasado en Ranchos


El historiador describe en su último libro cómo era la localidad en la epoca de los fortines y las tolderías

Diario La Nación, Sábado 6 de enero de 2007


"Me propuse que los alumnos y también los profesores tuvieran una idea bien clara de cómo eran estas tierras antes de la instalación de los fortines: no había árboles, excepto sauces colorados, ñandubays, talas o espinillos a la vera de algún río o arroyo; los pastizales llegaban a dos metros de altura. Que conocieran su fauna y las naciones indígenas que la poblaban. Los nombres de los caciques resultaron difíciles de identificar: en esto resultó invalorable la colaboración del padre Meinrado Hux", dice Carlos Antonio Moncaut.
Por pedido del intendente de Ranchos, Eduardo Juan Uribarri, seleccionó 132 documentos de los 900 que había obtenido la historiadora Marta Inés Martínez en el Archivo General de la Nación, relativos a la zona de Ranchos (material que fue donado después de su fallecimiento al Museo Histórico de esa ciudad).
Ese fue el punto de partida desde el cual Moncaut desarrolló temas, investigó datos científicos y técnicos, recurrió al testimonio de historiadores, poetas, investigadores y viajeros para revelar historias inéditas, recuperar episodios y protagonistas que fueron decisivos, datos desconocidos que exponen en "Ranchos y su comarca. Desde su prehistoria hasta 1851" la vida argentina de entonces, en sus más diversos matices.
Desde el horizonte ilimitado de cielo y paja, habitado por ciervos y ñandúes, caballadas salvajes, langostas, chajás, flamencos, tigres (yaguaretés) y cisnes de cuello negro que serían después, ambos, presa de cazadores que vendían sus cueros para exportarlos, como las plumas (aigrettes) de las garzas blancas, el autor se aventura con los pobladores a partir del 25 de abril de 1761, fecha del primer oficio del gobernador José I. de Zabala al Comandante del Fuerte San Martín.
Una minuciosa descripción de la vida en las tolderías, las correrías de los Chechehets, Picunches, Diuihets, Taluhets -que después serían denominados Pampas por los españoles-, la irrupción de los Aucas, la paz que se mantuvo hasta 1738 y la guerra de invasiones y malones desatada por "un militar altanero", la convivencia que se logró en las tres Reducciones jesuíticas desde 1740 resultan esclarecidos por sus informes sobre los hallazgos antropológicos y paleontológicos de Carlos Ameghino en paraderos indígenas, el origen de topónimos de la zona y el análisis de las lenguas vernáculas.
De 1752 datan las tres compañías originales de blandengues, uniformados en 1779 por el virrey Vértiz y que también revistaron en la segunda línea de frontera, en los fuertes de Chascomús, de los Ranchos (aquí a partir de 1781), del Monte, Luján, Salto y Rojas y en los fortines de Lobos, Navarro, Areco, Mercedes y Melincué.
Detalla la construcción -foso, empalizada, mangrullo, caramanchel, capilla- y la vida miserable en esas poblaciones y los documentos reproducidos dan cuenta de deserciones, testimonios de cautivos, permisos para cazar nutrias, pedidos de sacerdote, reglamentaciones para pulperías o para la caza de perros cimarrones, pedidos de familias pobladoras (que llegaron desde Asturias y Galicia), envío de indios a la Capital para vender sus "efectos", organización de las expediciones a las Salinas Grandes, que incluyeron hasta 600 carretas, 12.000 bueyes y 1000 hombres.
Se habla de corridas de toros -la primera en Buenos Aires ocurrió el 11 de noviembre de 1609-; la viruela que diezmó a los Chechehets; los juzgados de paz, historiados desde su creación en 1821, las atribuciones que incorporaron en la zona de frontera, la importancia que les confirió Rosas. Las fiestas de San Juan y de San Pedro y San Pablo, su tradición de las "luminarias", fogatas, quema de Judas y las "Cédulas" componen un capítulo inolvidable.
Juan Manuel de Rosas, sus hermanos Prudencio y Gervasio y la Revolución del Sud: dos aspectos del devenir administrativo, militar y político de la provincia que Moncaut encara con su conocida solvencia como historiador y sagacidad como escritor.
Su prosa penetra el pasado y revive con toda su bravía dramaticidad las carencias, las luchas, las precariedades, el dolor, el empeño, el arraigo que se traduce en una idiosincrasia que él ama y comparte.
Este libro, editado por la Municipalidad de General Paz y distribuido en escuelas de la zona, merece una difusión mayor.
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Carlos A. Moncaut es miembro de número de la Academia Argentina de la Historia y autor prolífico. De su larga obra, pueden mencionarse libros como "Reminiscencias del gaucho Guillermo Enrique Hudson y breviario de los pájaros del Plata" , "Biografía del Río Salado de la Provincia de Buenos Aires" , "Estancias bonaerenses. Historia y tradición" , "Pampas y estancias. Nuevas evocaciones de la vida pastoril" , "Coronel Hilario Nicandro Lagos 1840-1895", "Reducción jesuítica de Nuestra Señora de la Concepción de los Pampas 1740-1753", "Estancias viejas: audacia, coraje y aventura" , "Pulperías, esquinas y almacenes de la campaña bonaerense" e "Inundaciones y sequías en la pampa bonaerense 1576-2001".
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viernes, 19 de diciembre de 2008

"Árboles que rodean mi casa", poema de Néstor David Malbrán


Árboles que rodean mi casa

No creo en la música,
no creo en la pintura,
no creo en las palabras que oigo,
no creo en los árboles que rodean mi casa
ni en las aguas.
No creo en la luz de la mañana,
no creo en las montañas
que no he visto,
no creo en las ciudades perdidas
o despiertas,
no creo en nada de eso, lo juro.
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domingo, 7 de diciembre de 2008

"City Bell: De calles y fronteras" por Ricardo Gil Soria

Quiero hablar de la pertenencia al lugar, ese vínculo que establecemos con nuestra geografía mas próxima, la tierra que pisamos. También de las zonas grises de frontera. Y de quienes se someten a imposiciones y de quienes se sacuden de ellas, porque necesitan sostener su identidad tal como la sienten.

Vivir en una calle que se llame 16 bis no es muy mágico que digamos, sobre todo cuando siempre las preferimos con nombre de pájaros o flores o nombradas por el cañaveral que crece en el fondo, y sería Las Cañitas; o por el pantano que hay que atravesar, y le diríamos La Pantanosa; o porque queda “a la vuelta de lo de don Lorenzo”; o La del Hornero o la de El Zorzal o Las Calandrias. “Allí vivo yo, por la calle de Los Álamos”, así me gustaría indicar el camino.

Decía que vivo en una calle que se la llama 16 bis, ni siquiera 16 a secas; bis... bissss..., como el zumbido molesto de una mosca de verano. Cuando me mudé a este barrio, para nuestra desgracia, ya estaba designada la calle del “zumbido”, y a mi casa se llegaba “por Lacroze a mitad de camino (16 bis) entre el Belgrano y el Centenario, una cuadra y media hacia Buenos Aires, entre Bélgica y San Francisco de City Bell, mano derecha”. Siguiendo al fondo, corre el arroyo Rodríguez, lo que hace que mi calle esté cortada por el Rodríguez. ¡Cuantas veces habré dado esta dirección! ¡Nunca nadie se perdió!
Viví en City Bell hasta que las autoridades municipales dispusieron modificar las fronteras y me “mudaron”.
A este barrio lo conozco desde chico, porque vivían parientes que visitábamos con frecuencia, cuando Lacroze era sólo un sendero antes de llegar al Centenario, llamado entonces -y es como si lo escuchara a mi padre- Camino del Touring. Cuando veníamos, era a City Bell; cuando compramos más tarde el lote donde edificamos, en el documento de compraventa dice: “un terreno en City Bell”; y el correo atendía en la estafeta postal del Camino Belgrano, antes del puente Venecia, en City Bell; la luz, hasta el día de hoy, se paga en City Bell; y la policía -para bien o para mal- corresponde también a la seccional de City Bell.

Me empeño en seguir viviendo en este pueblo, a pesar de que el municipio intente mudarme, trazando con lápiz en el papel la nueva localidad de pertenencia, el nuevo mapa, pasándonos alegremente a la vecina Gonnet, pueblo de buena gente, con muchos amigos, pero –insisto- yo soy de aquí, no de allí. Eso sí, me irrita la desdichada vulgaridad de algunos que bautizaron rápidamente a estos lugares como “Gonnet-Bell”. Preferimos, provocando un aire de mayor aventura y misterio, llamarnos zona gris de frontera. En ellas se habla un idioma confuso para los extraños; es un lugar de escapadas y exilios; de contrabando...

Para los recién llegados al barrio supongo que no les debe afectar mucho reacomodarse a la nueva geografía municipal, sus raíces todavía no ahondaron y son dóciles al trasplante.

Pero en ese corrimiento de fronteras no terminan los cambios. Los burócratas no pierden aliento con su urbanización a contra pelo. Y aspirando a la modernidad numeran las calles, con el argumento que es preferible así, quitando los viejos nombres que las designaban, como en la ciudad de Nueva York, dicen. Ni hablar de los homenajeadores que imponen próceres, vecinos notables, ilustres desconocidos, batallas olvidadas, países fraternos, fechas de nacimientos y de las otras.

Pero eso no es todo, un buen día numeradas las calles, borrando los nombres con que las conocimos, nos vemos perdidos en nuestro propio territorio. En mi casa, la Bélgica, que queda al sudeste, la numeraron 498 y la San Francisco, al noroeste, como 497. Y borraron las que eran Papini, Bordenave, Rivadavia, Santa Clara, Mitre, Viale, La Plata, Pérez, Vergara, Gallardo, Guanzzetti, Rocha, Patagonia, Nirvana, Güemes, Pellegrini, Cantilo, López Merino, Boston, Alvear, etc. etc. Cada uno de esos nombres alumbran en mi memoria una esquina conocida, la casa de un amigo, la panadería o la ferretería. Los números me remiten a que tenga que contar con los dedos y no llegue a saber bien cual es la esquina en la que me encuentro o la calle que busco. Ni que hablar de las calles a, b, c... con un mismo número, entonces se subleva el sentido común contra la quebrantada salud mental del funcionario que arguyó modernidad urbana.
Cuídense los de Villa Elisa, Los Hornos, los del Barrio San Lorenzo o Villa Argüello (aquel al que aplicando la misma cirugía: antes fue La Plata, ahora es Berisso) porque de un día para otro la municipalidad los puede mandar a vivir -trazando fronteras- a cualquier otro ignoto lugar y tendrán que aprender las nuevas calles, el nombre del barrio y la propia designación como habitantes de ese otro lugar.

Rivera y Santa Ana do Libramento son dos ciudades divididas por una avenida que, a su vez, divide dos países. Brasileros, con bandera verde y amarilla de un lado, y del otro uruguayos, con azul y bastones blancos.Resulta arbitrario y sorprendente que una calle limite dos países aunque se trate de una avenida muy ancha, presumiblemente con rambla al medio que hace más rotunda la división. Los de un lado son uruguayos y los del otro brasileros. Más razonable es cuando altas montañas dividen países o un río es el que se cruza o un puente y hasta el geométrico trazado de paralelos terrestres podríamos admitir como límites menos arbitrarios. Aunque sería plausible que algún día sólo fueran accidentes geográficos, cuando las fronteras se recuerden como signos prehistóricos.
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Ricardo Gil Soria es actor y director teatral. Vive, aunque algunos quieran determinar lo contrario, en City Bell.
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viernes, 5 de diciembre de 2008

"Difícil compostura", poema de Néstor David Malbrán


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Difícil compostura


Una hormiga roja
murió adentro de este libro,
está en el fondo de la página
su cuerpo.
Eligió mal el lugar, en ese borde
no será largo su sueño,
debió anhelar la tierra roja.
No eligió, al cerrar inesperadamente
el libro
deshicimos el hilo, hubo un error,
nadie lo quiso hacer, ni ella,
ni nosotros,
pero no tiene compostura, tenemos
ahora esa muerte
en el fondo de la página.


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Néstor David Malbrán nació en La Plata. Se radicó en el año 1955 en City Bell, pueblo en el que murió en la primavera de 1988. Este hermoso poema forma parte de el libro inédito “Hombre con ropas heladas”. Imagen de cabecera: texto mecanografiado por el propio autor del poema.

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miércoles, 3 de diciembre de 2008

"hacia el fondo del patio, solitario...", poema de Emiliano Cruz Luna

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hacia el fondo del patio, solitario...


hacia el fondo del patio, solitario,

un tendedero vacío muestra desdicha,
como un esqueleto de caños y de sogas
aplomado sobre un eje. Ella se acerca
carnal y erguida en sus huesos,
en los brazos un balde saciado
en prendas, viste al tendedero
con docenas de mudas y vuelve
a la casa sin sospechas tras de sí.
Entonces el viento sopla suave
hace girar al esqueleto vestido
y revolviendo su eje al mundo
le da un extraño modelo:
me dio el andar erguido de ella

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Emiliano Cruz Luna
nació en 1976. Vive en City Bell. Publicó “El poder de la marca” en 2002.
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viernes, 21 de noviembre de 2008

"Se ha ido", poema de Mario Porro

"Se ha ido", poema de Mario Porro.
Estampa: Vincent Beardsley.
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Se ha ido.
Las pequeñas flores
en mi mano
recuerdan cálidas estancias
de nuestro amor.
La sombra de los árboles
adormece lentamente los colores
pero mi piel aún reconoce
el dulce calor de sus labios.
Una tristeza infinita
va dibujando cuidadosamente
la forma de mi corazón.


MARIO PORRO

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sábado, 15 de noviembre de 2008

"Cotidiano", poema de José María Pallaoro


«Tal vez el mundo cabe en la cocina.»
Juan Gelman


en la cocina
lavando la lechuga
y los tomates
de la huerta

cociendo el arroz
(a fuego lento)

entre naranjas y uvas

rayando zanahorias
(porque te gustan)

te espero

a vos
que sos
mi comida


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"Cotidiano" está extraído del libro Pájaros cubiertos de ceniza (poemas, 1982-1990).

miércoles, 5 de noviembre de 2008

"El eficiente", poema de Néstor David Malbrán

El eficiente


Tú comes grano
y cantas,
tú bebes agua
y cantas,
tú ocupas una rama
y cantas.
No hay un día que no te ganes
con tu canto,
no andas por allí
comiendo, bebiendo,
ocupando,
tú tarea es más blanca
que la luz,
tú cantas.

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Néstor David Malbrán nació en La Plata. Vivió, hasta su muerte, en City Bell. Algunos de sus poemas están dispersos en antologías. Varios libros inéditos esperan publicación.

martes, 28 de octubre de 2008

"Casi un haiku de otoño, 1997", poema de Mario Porro


Casi un haiku de otoño, 1997


El cielo
envejecido
indiferente
nos mira

Andamos
entre las hojas
oxidadas
Antípoda
de sí

Hay un perfume
agrio
¿Es de las flores?

Pienso
en las alegrías
de ayer y de hoy
que en el oscurecer
no se distinguen

Así nuestras sombras


(de Tropos, 2000)

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Mario Porro nació en Trenque Lauquen en 1921. Murió en City Bell en 2001. Más poemas en POESÍA LA PLATA.
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sábado, 18 de octubre de 2008

“City Bell” poema de Gustavo Caso Rosendi


El verano se vestía con los olores de los yuyos.

De los cardos colgaba el atardecer como una guirnalda triste, mientras la rana del zanjón contaba sus renacuajos (era demasiado tarde, porque ya uno de sus ojos negros con cola se movía en el agua sucia de aquel frasco). Y le poníamos pastito y le poníamos arena y le poníamos una araña que habíamos encontrado en una margarita. Y la araña tejía su antiguo ardid en el agua como un viejo en el mar queriendo pescar un sueño inmenso. Tejía y remaba y volvía a tejer hasta que se ahogaba, mientras el renacuajo andaba por ahí, sin entender demasiado.

La noche comenzaba a caer sobre nuestros hombros. Y en el campito las luciérnagas imitaban lo que había en el cielo. Se prendían y apagaban infinitas, entre la ruda, entre la brisa y el grillo, sacudiéndonos el pecho. Y sacábamos otro frasquito de la casa, para cazar las estrellas que teníamos a mano, para contemplar cómo caminaban por el vidrio, cómo se prendían y apagaban, tan lejanas y encerradas.

Las camisetas blancas habían enverdecido de revuelco y la pelota descansaba hacía ya mucho en algún lugar del alambrado. Y no sé por qué tengo de nuevo aquel frasco entre mis manos, con un poco de agua sucia y algo de arena y un pastito, ahora que es de noche y te espero, como queriendo atrapar una carcajada pequeña. Como queriéndote ver, Alegría, al fin otra vez por este barrio.
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lunes, 29 de septiembre de 2008

A 86 años del nacimiento de Roberto Themis Speroni


Hoy 29 de septiembre se cumplen ochenta y seis años del nacimiento del poeta platense Roberto Themis Speroni (1922-1967), fallecido un día antes de cumplir los 45 años.
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A un poeta

Le han caído los muertos. Le han llovido
los vagabundos y las cicatrices,
los tuétanos azules de la estrella,
el arroz de los niños, los ojales
de un chaleco infernal, las mariposas
que desovan en grietas del naranjo.
Le han gritado en el vientre, en las pupilas,
en los embudos de la sed. Le han dicho
que debe ser total, tener los dedos
adhesivos y trágicos, y el canto
dispuesto como un hijo de navaja,
como una ciega uña de berilo
para herir y dar vida a los que corren
con las heladas nubes. Cuando muera,
si estoy aquí, yo le diré: - Cuidado.
Cuidado con la hoja de aquel roble,
con aquella cicuta que te observa
y que sabe en realidad si puedes
estar de nuevo, levantar tus brazos
y estrangular, al paso de los vientos,
un dios momificado, una garganta,
un retoño de amor, un eco leve.

Si estoy aquí, yo le diré: - Cuidado.
Y nada más. Los árboles son piedra.

(publicado en el diario La Nación el 20 de octubre de 1963)

lunes, 28 de abril de 2008

ROBERTO THEMIS SPERONI Tres poemas

Roberto Themis Speroni (*)
Estos poemas forman parte de la antología “Naranjos de fascinante música: poesía de amor en La Plata” (Libros de la talita dorada, 2003), que reúne a 34 autores de la ciudad de las diagonales desde la segunda mitad del siglo XX hasta el presente.


Elegía F
La madrugada, el gallo, los suburbios
de alquitrán, la luna verrugosa,
los carros amarillos, el que vuelve
de tomar una copa con la noche,
de jugar con la muerte una partida
de dominó metílico. La sombra
de una mujer dominical huyendo
cerca de las paredes. Yo, que salgo
a recorrer el alma, los refugios
de la melancolía. Yo, el que fuma
caminando perplejo entre cuchillos
doblado en la memoria, perforado
por una multitud de clavos, lejos,
separado de mí, de tus naranjos
de fascinante música. Tan grave,
tan pensativo de humedad camino;
tan igual a tus ojos, a las grutas
de tu cuerpo interior, donde me anduve,
donde me conocí, diadema invicta,
cesta de fruta emocional, palmera
de volcánica especie. Ya es muy tarde.
Te repito: es muy tarde. Nadie asedia
dos veces a una misma ciudadela
habiéndola tomado en el principio.
Ando. Pienso. Camino. Me pregunto
con el tiempo en las manos. Salgo a verte.
pero la gente es mucha. Demasiada.
Se levanta temprano. Llevan bolsas,
botines, prendedores, hijos, diarios,
verduras, entrecejos permanentes,
desvencijadas rosas, sufrimientos
de maíz rutinario. Me lo impiden;
no te puedo mirar. La madrugada
me conduce hacia agónicos extremos.
No sé qué hacer, repito; aunque quisiera
ir al asalto de tu luz remota:
tomarte nuevamente, recorrerte,
ciudadela de amor, muralla intacta
donde una vez cantara mi bandera,
mis clarines de trigo, mis arqueros
de polen torrencial, en una aurora
muy distinta de esta espesa madrugada
llena de gente y frío frente al mundo.

(de Elegías alfabéticas, 1975)


Elegía N

Botánica de amor, tus arboledas,
las hamacas de oro, los helechos,
las hojas de tu frente, tantas hojas,
tuyas de verde trémulo. La pulpa,
la noche, con sus bornes de diamante.
El ruido de los ojos. Esa puerta
cerrada desde abril. Un perro frío;
el error de la música moviendo
tantas habitaciones, tanto espacio
de sollozo interior. Amabas limpia.
Convencida de amor entre las cosas
de enlace cotidiano; no importaban
los días pulmonares, los volantes
cajones del invierno.
Sola, sola,
botánica inaudita, flor ilustre,
aristócrata dulce de la lluvia
mirando desde el último conflicto,
desde el último pájaro. Y los meses.
Y la ciudad crujiendo lejos de ti,
sudando como un muerto envuelto en lana,
paralítica, triste.
No despiertes.
Aquí soy un alambre de cianuro,
Un eléctrico enfermo que vigila,
ulcerado, comido por el tiempo,
mientras me inyectan agua de tu sombra,
luz de tu corazón, perdido siempre.

(de Elegías alfabéticas, 1975)


Elegía V
He vuelto a ser el hombre que fui entonces,
cuando estabas conmigo, cuando el mundo,
me cabía debajo de una axila,
y por cada ciudad que atravesaba,
por cada puente, esquina o carretera,
dejaba tu perfil, para acordarme
del camino seguido. Porque el hombre
debe fijar sus hitos, sus leyendas,
su piel de combatiente voluntario,
de asesinado lógico. Yo anduve.
Caminé con tu pie, gemelo del mío,
leguas de sangre, millas turbulentas.
Hice fraguas con un carbón mojado;
derribé largos muros, submarinas
oposiciones de salitre negro;
ignoré muslos rápidos, brillantes
cadalsos de pelviana expectativa.
Anduve entre las lunas sin tocarlas:
tú eras mi gran racimo pensativo.
Hoy soy el hombre mismo que conoces,
algo mayor que aquella inteligencia,
asido a un canto terco. Si estoy triste,
comprendo a mi tristeza como nunca;
si estoy alegre, arriesgo que eso viene
desde tu corazón. Y estoy conforme.
Siendo el hombre que fui, estoy conforme;
él me devuelve lo que has sido siempre.

(de Elegías alfabéticas, 1975)


(*) Roberto Themis Speroni nació en 1922 en La Plata. Murió en City Bell (su pueblo amado) en 1967. Publicó en poesía: Habitante único, 1945; Gavilla del tiempo, 1948; Tentativa en la Luz, 1951; Tatuaje en el viento, 1958; Paciencia por la muerte, 1963; Padre final, 1964; Poesía completa (Estudio y compilación de A. E. Lahitte, -si bien es una antología incluye varios libros de poemas inéditos-), 1975 en dos volúmenes (reeditado en 1982 y 1996; hay una tercera edición de la primera parte). El espiniyo (revista de poesía) en su número 7/8 de 2008 va a rendir homenaje a este gran poeta argentino.

viernes, 4 de abril de 2008

JOSÉ MARÍA PALLAORO Poemas Son dos los que danzan

Son dos los que danzan
Libros de la talita dorada
Diagramación de cubierta e interiores:
La casa verde, sobre una pintura de Miguel Alzugaray «Sin azul» acrílico sobre tela, 0,60 cm x 0,80 cm., 1995.
© 2005, José María Pallaoro
ISBN: 987-97974-3-4







a Mario Porro,
in memoriam,
y a Néstor Mux


Tal vez es mucho todavía
lo que quiere ser cantado por mí:
todo lo que retumba silencioso
o lo que en la roca profunda se consume,
o lo que a través del humo se sospecha.
Aún no tengo mis cuentas claras
con el agua, con las llamas y el viento...
Quizás por ello mi sueño
me abra, de pronto, de par en par las puertas
y me guíe hacia la estrella del amanecer.
Anna Ajmátova


1.
Interior con pájaros


«En el jardín, pájaros inocentes
picotean el césped encendido.»
Horacio Núñez West



¿Dentro o fuera de la casa?

abro las cortinas

el amanecer

en el ventanal desnudo

más allá

hojas que se abandonan
nutren

la descarnada alfombra
que picotean los pájaros


Messiaen

silbido de pájaros

la canasta
con seca madera
espera
el frío
del invierno

¿habrá ceniza
cuidando
de la flor
que amamos

su raíz?


Sibelius

un piano en el aire
de la casa

la música
quema
la leña brillante
de la estufa

sentados
cada uno de nosotros
invoca
a su dios o no
dios

unidos en la ceremonia


Colibrí

¿dónde estás
que en las mañanas
hacías agitar
el aire?
¿andarás
por otras
retamas

jazmínes
de la lluvia?

¿yacerás dormido
sobre el poema
que vibrará

al son
de tus alas?


El sol de una mejor oportunidad
(Nebbiera)
para Virginia y Ale

no soy pájaro

pero en caso de tener alas

–por ejemplo–

en la lluvia de hoy

estaría acurrucado

junto a la compañera

refregándonos
con los picos
las plumas

los dos calentitos
esperando

el sol

de una mejor
oportunidad


No sé
para Elena

No sé
por qué
si afuera llueve

elijo una música
diferente

en el adentro
los sonidos se besan

son dos los que danzan


Nervaduras

comen

de los nervios
de las hojas

esos pájaros

ahuyentan

el viento

la desdicha

la razón
del no

vivir


Otra casa

de un cielo gris
con destellos
anaranjadamente
oscuros

los pájaros de la tarde
caen

vacíos
sin peso

como hojas
que sopla

la muerte

quizás queriendo
otra casa


Otra oscuridad

como un viajero
a su sombra
la sigo

no hay hambre
sólo deseo

cuando me pierdo
o ella se deshace
de mí

el pensamiento
deja de aventurar
conjeturas

y quedo solo
en mi otra oscuridad


La claridad
para Irina Bogdaschevski

la claridad
de la ausencia
pesa y aturde

silencio quebrado

viento que no acaricia


Lunas

no me despojo
de lo que más
quiero

sino que
lo que quiero
se despoja
de mí

luna
que en la noche
callas


Para qué

para qué dormir
si en sueños

el cielo es el cielo
la tierra es la tierra

y nosotros
dos pájaros

que se cruzan

y no se reconocen


Certezas
para Gaby

sé que hay un pájaro
en tu mirar

sé que en ese mirar
la dicha es luz

además sé
que en vos
la dicha es

un pájaro
que no me ve


Mares

hace tiempo
el mar
dejó de visitarme

sin embargo
la arena persiste
en tus pies

desnudos y fríos


Aguas

la quietud del agua
es rota
por la hoja caída

un cuerpo
apenas sumergido

ondas que llevan
a la otra orilla

la soledad del mundo


Saberes

sé que soy

la garra en la puerta

de la jaula

y soy el pájaro

que se queda

en un rincón

sin querer salir


La enredadera

Las rejas desaparecen

Es indudable que ese jazmín crece
para recordarnos
que la belleza es
aún posible

dentro de pocos días
sus flores perfumarán

la intimidad de esta habitación
donde consumo mis horas

en busca de un tesoro que no encuentro
y que no sé si existe



2.
La claridad


«Escribir es ofrecer
desde el primer momento
la última palabra a otro.»
Roland Barthes



El poder

El poder de una palabra
no radica en la voluntad
de poder

decir aquello
que los demás
quieren escuchar

El poder de la palabra

es un certero golpe
en la cabeza del silencio

Y de esa cabeza
–estallada en el aire–
se arma el mundo

a imagen y semejanza
de la poesía


Nuestra pequeñez escrita

Escribir
ser uno
entre tantos otros

pensar
nuestra pequeñez
como lo más importante
que nos pudo haber pasado


En el propio espejo
para Sonia y Pinino

Palabras

que no invadan

al otro

Tan sólo palabras

para mirarse

en el otro


Los ojos

Cómo hacer para mirar
a los ojos del otro
y que entienda

Cómo hacer para que los ojos
del otro nos encuentren
y comprendamos


Escrituras

Escribo
sobre el charco
azul

palabras

que se hacen
nube

y lluvia


Los pájaros de nuestra memoria

tal vez el poema sea
un campo dorado
a la espera

de la lluvia

y del viento

que mecerá
los árboles

donde descansan
los pájaros

de nuestra memoria


Manos

Convertiré mis manos
en hojas de fuego

para que vuelen

incendiaré la noche
con palabras


La búsqueda

Muy pocas veces
estuvo cerca
de hallarlo

Está oculto
en algún lugar
de la casa

entre libros
y palabras

y en contadas noches
en el silencio aparente de los objetos
junto a luces ahora dormidas
presiente

que un fugaz conocimiento
pareciera
revelarlo todo



3.
Aguas de nuestra sed


«Quien lanza barquitos de papel
lanza deseos.»
(de un libro de Mary Shelley)



Aguas de nuestra sed

Ella acomoda los barquitos de papel sobre la mesa
Esos barquitos están detenidos en el cómplice mirar
La tarde pasa para que las aguas de nuestra sed empujen a los barquitos


Las alas del deseo

Ella es un pájaro que de noche vuela a lugares desconocidos
Lleva entre sus alas el sabor de los que la amaron durante el día
Viaja sola por temor a que la soledad la abandone

Ella se entrega a los brazos que la oscuridad le proporciona
Esos brazos la abrigan de la posibilidad cierta de la muerte
La muerte siempre la descubre amparada por la noche

A veces se detiene a beber agua de los arroyos quietos
Y un nombre que se dibuja en la momentánea transparencia del mundo
le recuerda que no todo lo escrito podrá ser leído


Al natural
para Maite

Desnuda subes
la escalera de madera

cierro los ojos
para perpetuar
la suavidad de tus pasos

el vaivén de tus pechos

dejar afuera
–aunque más no sea
por esta noche–
la ciudad y la tristeza

decidida te acurrucarás
a mi lado
en un instante

en el instante preciso
en el que el cielo
se abrirá
a la fiesta de los cuerpos
al amor de los dos


Ella sabe
para L. Andreas

Sabe separar el árbol
del bosque

Ella oscurece
con su boca
el sol

Para nuestra dicha
pronto lloverá


Los pájaros de la vida

Sólo algunas estrellas guían
a la pequeña pasajera

que dentro de un soplo besará
al hombre
en la playa encendida

para que los pájaros de la vida
canten

canten
junto a tu pensamiento

que canta


Colores
para Gaby

No entiende de colores
confunde el encarnado con la lealtad
lo racional con la esperanza
y la pureza con la obscenidad

No entiende de colores
por eso pinta


Tarde de perros

Como si la tarde pasara por la sencilla razón
de que hay silencios que se hacen
los muertos

Como si los perros que duermen bajo el sol
ladraran en sus sueños
al desconocido

Como si nada quedara
Sólo la ceniza

que nos tuvo de testigo
Señales de mirarnos
Cómplices
de un dolor que pena


Música

En otros atardeceres
los cuerpos eran música

Separados o unidos

cuerpos que sin palabras
se eternizaban en esa escisión
en que la música
parecía detenerse

para empezar
otra vez
la rueda fugaz
de nuestra danza

Esa tarde y siempre



4.
Nada fuera de lugar


«... y que sea lo que sea.»
Jorge Drexler



Mario Porro

La lluvia trajo
junto al cansancio
de la tarde

La noticia inesperada

Una soledad
infinita


Los muertos

¿Qué se hace con un muerto?
¿Se lo deja en casa?
¿Se le cierran
las ventanas y la puerta
de la habitación?
¿Se habla en voz
baja
para no despertarlo?

¿Se lo comienza a olvidar
para no sentir
culpa de su abandono?


Cara y Cruz

Dando la cara llegamos a la vida
con palmaditas en el culo
nos reciben

y de inmediato
nos revolean al aire
como a una moneda

por si una vez el azar
por si falla el juego
de la vida

pero la suerte sigue echada
y caemos siempre
irremediablemente cruz

Luego juntan
nuestros pedazos

Nos olvidan

en uno de esos lugares

oscuros y fríos


Preguntas

¿No hay sol
para el desolado?

¿El desolado
no hace luz
desde su mirar?

¿En el mirar
del desolado
la luz
se transparenta
en claridad?

¿Desaparece la luz
para sólo ser
oscuridad?

¿Acaso
el desolado
tiene alergia
a la luz?


Lecturas

Enfrascado en la lectura de Proust
no llegaba a percibir que
desde el tren
los árboles eran más lentos

tampoco
cuando el muchacho cruzó el vagón
arrebatando a justos y pecadores
las cadenas de un oro imposible

para saltar sin tiempo
y violentamente perdido
hacia otras formas del mundo


Cantar a tientas
para Horacio Castillo

Hace una cantidad de años
se solía dejar ciegos a los canarios
para lograr en su canto
mayor belleza
–actitud típicamente humana
como cortar lenguas
cercenar gargantas–

Hoy
las cosas no han mejorado
y los pájaros que aún sobreviven
cantan
a tientas
todo el tiempo

con señas desesperadas


La respuesta que uno intuye

Ella visitó la casa

A pesar de su partida está sentada
en el lugar más luminoso
contándonos acerca de la belleza del jardín
y de la suerte que tuvo con sus hijos

Mientras liberaba estas cuestiones
me detuve a observar sus manos
y desde allí me elevé
hacia un rostro aún no definitivo
donde marcas
cicatrices
día a día parecen acentuarse

No quise interrumpir sus palabras
pero pensé preguntarle
si ha sido feliz
si lo es ahora

Ese tipo de preguntas que se suele dejar
para días de otro color

Interrogaciones que a veces
es preferible evitar
por temor a la respuesta


Ella dijo

empujá la desdicha a un lado
porque para el dolor
siempre hay tiempo

y recordá
la vida
no es más que estos pedazos de nosotros
compartidos con los demás


La veleta

me iré a dormir
esperando
al gallo cantor
con su voz
de nuevos vientos


José María Pallaoro nació el 28 de febrero de 1959 en La Plata, Argentina. Vive en City Bell. Cursó estudios de Castellano, Literatura y Latín. Como difusor cultural de poesía, música y literatura realizó en diferentes FM los programas: La máquina del tiempo, En la vereda del sol, Mariposas de madera y La talita. Es director de la revista de poesía el espiniyo y editor de Libros de la talita dorada. Como escritor publicó plaquetas, cuadernos y tres libros de poemas: El viaje circular (1998), Pájaros cubiertos de ceniza (1999) y Son dos los que danzan (2005). Junto al poeta Néstor Mux seleccionó los textos de la antología Naranjos de fascinante música: poesía contemporánea de amor en La Plata, 2003, que reúne a 34 autores de la ciudad de las diagonales desde la segunda mitad del siglo XX hasta el presente. Para comunicarse con el autor: jmpallaoro@gmail.com

lunes, 14 de enero de 2008

CITY BELL Y SU GENTE desde una mirada distinta

CITY BELL Y SU GENTE desde una mirada distinta *
Por Olga Edith Romero *
Agradezco a:
mis hijos Juani y Natalia, Ana Emilia Lahitte, Nilda Fernández Uliana, Cristina de Ponce de León, Clara Masinante, Violeta Ricciardi, Teresita Turseta, Gaspar Gamboa Saraví, María Laura y María del Carmen, Juanjo Vendramín, Alicia Calandra, Cristina Santucci y a todos los que colaboraron de alguna manera.

ASPECTO HISTÓRICO
En tiempos prehistóricos, posiblemente haya existido mar en la zona, ya que se han encontrado restos de una ballena prehistórica en el barrio Savoia, en la cabaña “Las Mimosas” de la familia González. Ellos fueron quienes a partir de una construcción que querían realizar en el terreno, encontraron restos óseos gigantescos y llamaron a especialistas del museo platense. El diario “El Día” se ocupó largamente de este dato.
En el “holoceno” (edad geológica que comienza hace 10.000 años) y desde aproximadamente 7.000 años antes del presente, el nivel del mar comenzó a elevarse. El aumento de la masa líquida produjo un desplazamiento del actual estuario del Río de La Plata hacia el norte; las costas bajas de la provincia de Buenos Aires y las bocas de los arroyos que desembocaban en él se vieron invadidos por este mar, que ingresa así cubriendo zonas anteriormente secas.
La máxima penetración de las aguas marinas se ha registrado por la presencia de sus característicos depósitos en las cercanías de la actual traza de la Ruta 2.
Posteriormente comienza el retiro de las aguas, no se sabe con certeza la fecha, pero fue aproximadamente 3.500 años antes del presente, y la línea de la costa ya se encontraba prácticamente como en nuestros días, y el estuario Del Plata restablecido.
Este proceso geológico denominado “ingresión marina”, con sus dos etapas: transgresiva o de avance y regresiva o de retiro, deja como manifestación de su existencia, acumulaciones cremosas, limosa y arcillosa que contiene en su seno los restos de organismos animales y vegetales marinos que habitaban las aguas de las antiguas costas.
En City Bell, el máximo avance, debe haberse producido hasta aproximadamente el Batallón del Ejército afincado en la localidad. Los depósitos marinos, por lo tanto se encuentran del camino Centenario hacia el río y no se encuentran hacia el camino Gral. Belgrano, salvo pequeñas lentes que corresponden a antiguos arroyos que encauzaron por aquel tiempo las aguas marinas.
Así todo el barrio Savoia está constituido sobre sedimentos marinos que contienen una amplia variedad de formas biológicas marinas y hasta el de una ballena, la que seguramente varó en las arenas costeras de aquel tiempo.
Cabe agregar, que luego del retiro de las aguas, esta zona quedó anegada y se desarrolló un gran pantano. A este ambiente de sedimentación le corresponde los primeros 40 o 50 cm. del terreno sobre el que hoy crecen hermosos árboles y perfumadas flores, y que inocentemente cubren un antiguo testimonio del mar.
Por la zona del barrio Savoia, la expedición de Pedro de Mendoza (vino a comienzos de 1536), encontró a los indios querandíes, que eran nómades en busca de caza y pesca, por eso sus viviendas eran toldos de cuero fáciles de transportar, que asentaban cerca de un río. Usaban boleadoras para cazar y una red de fibras para pescar. A los pescados los disecaban al sol y luego los pulverizaban entre dos piedras, conservándolos así para las épocas de escasez. Estas tribus eran muy guerreras y además de las boleadoras usaban como armas el arco y la flecha.
También había guaraníes, que cultivaban el maíz, la papa, la mandioca y otros vegetales. Estos vivían en ranchos de troncos, ramas y hojas. Creían en la existencia de un dios todopoderoso, al que rendían culto. Su idioma dulce y expresivo es aún empleado por los habitantes de Corrientes y Paraguay.
En algún momento la zona recibió invasiones araucanas desde el sudoeste.
Al norte se hallaban los indios quilmes, que pertenecían al grupo de los diaguitas, que ocupaban el noroeste argentino. No se sabe cómo llegaron al Río de La Plata, pero se cree que habían sido expulsados de Tucumán.
Cuando los españoles se encontraron con estas tribus que hablaban “kaka” (lengua desconocida), se alimentaban de maíz tostado, zapallo, vainas de algarrobo blanco, tunas, frutos silvestres y vestían como los diaguitas: camisa hasta las rodillas, ojotas o sandalias de cuero, adoraban a los árboles y formaban parte de un pueblo laborioso, se destacaban en la agricultura y en la construcción de caminos.
Naturalmente, al llegar los españoles, los indígenas del lugar fueron desplazados o diezmados.
Con la segunda fundación de Buenos Aires, a cargo de Juan de Garay en 1580, comenzó el reparto de tierras en la zona de Magdalena.
El 29 de diciembre de 1761, doña Catalina Pessoa, doña Juana Pessoa viuda de Viacoba y doña Gregoria de Pessoa viuda de Calvete, vendieron a Don Francisco Rodríguez de Vida, un terreno de estancia compuesto por 6.000 varas de frente al mar (denominación que se le daba en ese entonces al Río de La Plata, en recuerdo del bautizo que efectuó Don Juan Díaz de Solís como “Mar Dulce”) por 9.000 de fondo, el que correspondió a la heredera de Don Luis Pessoa de Figueroa, quien lo tenía por haber realizado un trueque con la Compañía de Jesús, como consta en un documento que le otorgó el padre Gregorio Cabral, rector del Colegio de dicha Compañía, con fecha 29 de julio de 1695.
El 2 de diciembre de 1846, Faustina Jiménez, vendió a George Thomas Bell, escocés proveniente de Aberdeen, el terreno de estancia denominado “San Ramón”, que tenía 4.000 Hectáreas (Ha).
En 1872, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Mariano Acosta, vendió a Jorge Bell un sobrante de terreno, denominado “Estancia Grande”, compuesto por algo más de 639 Ha. La estancia tenía varios puestos: el del Médano (Con Centenario y Arroyo Martín), el Centinela (barrio Martín Fierro), el Rincón (barrio del mismo nombre), Dos Ombúes (límite con Brandsen), El Capitán (Melchor Romero), Tablas (Gorina), Sauce Chico (calle 520 y vías del F. Provincial), Las Barrancas (sobre el Arroyo El Gato), Arenal (Villa Castells), Sanjón (desembocadura del Arroyo del Gato), Telégrafo (reserva de Pta. Lara, desde donde se conectaban por telégrafo Argentina y Uruguay) y El Sauce (Los Porteños). Así llegamos al 18 de julio de 1913, cuando la Sociedad Anónima City Bell, compró a la sucesión de Jorge Bell (hijo), parte de los campos pertenecientes a la Estancia Grande.
También se dice que, con motivo de las invasiones inglesas al mando de Whitelocke en 1807, que desembarcaron en la Ensenada de Barragán, las tropas inglesas pasaron por la zona, y acamparon en la estancia, para luego llegar hasta Buenos Aires (se pueden observar cuadros que se hallan aún en la Estancia Grande como testimonio). Y que mientras se les ofrecía alojamiento, Bell mandó chasquis para avisar a Buenos Aires lo que estaba ocurriendo. Además la llegada hasta Buenos Aires atravesando arroyos y bañados fue muy penosa y los ingleses llegaron en muy malas condiciones.
Hay una huella, utilizado aún por los pobladores que conocen el lugar, que bordea prácticamente el arroyo Rodríguez por el que se llega hasta el Río de La Plata, cruzando previamente el “puente blanco”. Este camino muchas veces se halla anegado y aún existen cuises, perdices, liebres y otros animales silvestres.
En sus orígenes la zona fue campo apto para la cría y reproducción de ganado vacuno y caballar, por lo tanto se transformó en una gran estancia dedicada a esos menesteres. Bell poseía además “La Pacífica” en Tandil y “La Favorita” en Balcarce, donde invernaba el ganado que se reproducía en esta zona.
John Bell y luego Jorge Bell, fueron los dueños de este establecimiento de campo llamado Estancia
Grande. Ésta lindaba hacia el oeste con la Estancia El Rincón, de Tomás Bell, hoy localidad de Villa Elisa, donde podemos ver viejos galpones, que aún se encuentran en pie, un molino marca “Guanaco” y algunos corrales que demuestran el paso del tiempo.
Al sur, pasando la ruta 36, limitaba con Estancia Chica, de Archibaldo Bell, hoy bastamente conocida por funcionar allí el Club Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Al este ponía límite la localidad de Manuel B. Gonnet y la actual Villa Castells, ya que en 1919 Luis Castells (hijo) vende el establo Punta. Lara y se reserva 285 Ha. que subdivide en 15 Ha.
Al norte lindaba con los bañados de Ensenada, campo propiedad de la familia Piria.
Posteriormente Estancia Grande sufrió un desmembramiento, creándose dos nuevos establecimientos que fueron Estancia Balcarce y Estancia Larreta, donde hoy está situado el Country Club de Estudiantes de La Plata.
El 18 de julio de 1913, don José Guerrico en representación de la Sociedad Anónima “City Bell”, compró a la sucesión de Don Jorge Bell, algo más de 300 Ha. de una fracción de su “Estancia Grande” para formar un pueblo.
En el artículo 5° de la petición realizada al Gobierno de la provincia de Buenos Aires, el señor Guerrico propuso: “Como un homenaje a la familia Bell, cuyo trabajo e inteligencia ha contribuido a tres generaciones sucesivas a la prosperidad de las industrias madres del país, propongo se designe al nuevo pueblo con el nombre de City Bell”.
Por resolución del Poder Ejecutivo, el 10 de mayo de 1914 se aprobó el proyecto de traza del nuevo pueblo y su nombre. Esta sería entonces la fecha de nacimiento de la localidad.
La estación del ferrocarril fue inaugurada el mismo año, ya que los trenes provenientes de Buenos Aires llegaban hasta Pereyra y desde allí se dirigían a Punta Lara, a Ensenada y de allí a las Lomas de Tolosa. El 1° de enero de 1884 se deja de lado este ramal y se realiza la extensión desde Pereyra a La Plata en forma directa (Ferrocarril del Sud). El tren a vapor llegaba a Villa Elisa y allí abordaban carruajes, que pasaban por una alameda (hoy desaparecida) y llegaban entre una fila de ombúes a la Estancia Grande. Los terrenos para la estación, que se encontraban en una loma, fueron donados por los herederos de los Bell que formaban la Sociedad Anónima City Bell.
El primer tren que paró en la flamante estación (una casilla de madera), ubicada a la altura de la calle Pellegrini, donde aún se conserva el viejo aljibe, lo hizo justamente a la media noche y traía a Don Eduardo Bell y su esposa, quienes venían en viaje de bodas a la Estancia, cuyo casco se halla ubicado en el predio donde hoy se encuentra instalado el Batallón 601 de Comunicaciones.
Como hecho anecdótico, se puede contar que corriendo el año 1952, la dirección de la empresa Ferrocarriles Argentinos cambió la denominación de la estación City Bell, por la de Enrique Bell, retomando en 1955, su antiguo y actual nombre. Su primer jefe fue Francisco Fregossi, luego también Jefe de Correos en 1920 cuando se crea la primera Estafeta Postal, en el mismo lugar.
El camino “afirmado” entre La Plata y Buenos Aires, conocido como Camino General Belgrano, nació casi a principios de este siglo para unir originariamente las localidades de Avellaneda y la nueva capital, ya que por la ley dictada el 30 de diciembre de 1907, se disponía su construcción, contratándose la efectiva realización de los trabajos algo más tarde, el 15 de marzo de 1910, con la empresa Otto Franke y Cía., quien posteriormente transfirió el contrato a la Sociedad Franco Argentina de Caminos. Esta ruta debía contar con dos franjas paralelas y afirmadas. De ellas sólo una se construyó, y quién observe hoy con un poco de atención, se dará cuenta que la franja izquierda no ha sido construida.
En principio el camino estaba formado por adoquines de granito de origen sueco y noruego y con cordones, que luego fueron quitados.
En cuanto al camino Centenario, llamado “Camino del Centenario”, se origina el 5 de enero de 1910, cuando es sancionada una ley que establece la construcción de una carretera para circuito de automóviles rápidos (de hasta 100 Km. por hora), que habría de poner en comunicación la capital de Buenos Aires con La Plata. Las obras se pusieron bajo la dirección del Touring Club Argentino, autorizándose una inversión de hasta $200.000- pesos argentinos, siendo establecido su ancho en 14 metros.
El 2 de octubre de 1910, una comitiva de altas autoridades, en automóviles que serían piezas de colección, rompe la cinta inaugural.
La traza corría tras las vías del ferrocarril, sobre el lado norte de ellas. Posteriormente esta traza es modificada, y actualmente, si bien se mantiene al costado de las vías, se encuentra ubicada sobre el lado sur de aquellas.
En oportunidad de presidir la Asociación de Fomento City Bell, el Dr. Adolfo Labougle, elevó a las autoridades provinciales un proyecto para macadamizar el camino en su paso por la localidad, que era entonces de conchilla, desde la calle 10 hasta la Sexta Avenida de Circunvalación, y es así que se lleva a cabo la Avenida Labougle, primera obra surgida de la comisión vecinal.
En 1914 comienzan los trabajos de pavimentación de la actual Avenida Cantilo (en homenaje al gobernador del mismo nombre), que concluyó en 1915. Para la misma se utilizaron 6.000 toneladas de tierra que aportó el Ministerio de Obras Públicas y que se trasladaron por el Ferrocarril del Sud. Esta obra fue recibida por José Guerrico, quien luego fuera Intendente de Buenos Aires.
También en 1914 se habían extraído muestras de agua de la primera napa, dictaminándose que era potable. Se construye entonces el primer chalet en Cantilo (14) y 7, destinado a vivienda del Sr. Administrador de la Sociedad Anónima City Bell: don Tobías Buchele, quien se desempeñó hasta su muerte en 1944. Es en este chalet donde se efectúa la primera perforación para la instalación de agua.
En la calle 21, también llamada Intendente Silva, entre 12 y 13 se construye un tanque elevado, de 200 m. cúbicos y se extiende la red de cañerías para la provisión de agua, que alcanzó la longitud de 12 Km. de recorrido.
Actualmente existen varias perforaciones, que trabajan como bombas eléctricas y que distribuyen agua a los distintos sectores de la población.
En 1997 comienza a perforarse en el sector paralelo a la estación de trenes, pasando los terrenos del ferrocarril, en el barrio Savoia, que hasta el momento no contaba con este servicio.
El sevicio de trenes era tan seguro que en las primeras horas de la tarde tenía un rápido que tardaba 40 minutos de Villa Elisa a Constitución: a él se accedía por un trencito de color naranja (llamada “la chanchita”), que hacía un servicio local entre La Plata y Berazategui. Combinando este tren, una carta “expreso” tardaba menos de tres horas para estar en algún lugar del centro de Capital Federal.
En 1922 se construye la primer usina de energía eléctrica (para uso familiar y alumbrado), de la que se ocupó Tobías Buchele. La misma constaba de 27 focos que funcionaban hasta las 22 hs. Ésta se inauguró el 30 de marzo de 1923.
La empresa (a nivel provincial) se llamó CADE, cambiando luego su nombre por SEGBA y más tarde EDELAP.
En 1926 se instaló la oficina de teléfonos, en una dependencia de la “Casa de té” (hoy Club Atlético), siendo su primera telefonista la Srita. Mariela Di Lorenzo.
Se instalaron diez números gratis, y luego el pago del servicio se efectuaba por semestre adelantado de $51,60 y luego por trimestre de $7,60 para el particular.
Luego se trasladó a la casa situada en Cantilo entre 6 y 7, hoy convertida en Spa. Mudándose nuevamente, ya en los años ’70 al edificio de la calle 11 entre 4 y 5.
En 1931 el Ing. Ambrosio Benaglia proyecta y realiza la ejecución de una gran obra de desagües.
En principio no había ninguna comisaría en la zona, sino un policía de a caballo, llamado Horacio Nogueira, que de noche hacía el “rondín”, desde el chalet “La Eloísa”, ubicado en 6 esquina 12.
Existió luego un destacamento policial, ubicado en Alvear y Camino Gral. Belgrano. Pero la primer comisaría comenzó a funcionar en la calle Cantilo y 19, donde actualmente se halla el Club Juvenil; hasta que el 29 de diciembre de 1950 se inauguró la comisaría décima (en 2 entre 12 y 13).
En 1944 se instaló el Correo y Telégrafo en Cantilo entre 4 y 5, siendo el primer jefe Antonio Hernández y el primer cartero Néstor Cúccaro. Actualmente el Correo se halla frente a la Plaza Belgrano, en la calle 3.
En el mismo año se instaló la Delegación Municipal que funcionó conjuntamente con el Registro Civil en Cantilo entre 4 y 5 (actualmente en 13 y 19); siendo el primer delegado el Sr. Pascual Savoia.
Le siguieron Oscar Sentell, Antonio Serena, Julio Maroni, Emilio Prado, Luis Griffero, Luis M. Presello, Antonio Caggiano y José Iriarte. Algunos no nombrados tuvieron un paso demasiado efímero. De 1965 a 1968 se hizo cargo Alfredo Cavalieri, luego Raúl Romero hasta 1971 y después continuaron Pedro Gibert, José Merlo, Elsa Abadie y Jorge Dorr, hasta el golpe militar de 1976.
En este período se desempeñaron Juan Del Castillo, Jorge Domínguez y Ricardo Martínez Quintana.
Desde la llegada de la democracia estuvieron Alberto Torres, Armando Siciliano y Eusebio Carnevale, quien delegó la función en el subdelegado Mascara, a quien le siguió María del Carmen Aguilera y Sergio Perez Issa.
El 3 de mayo de 1992 asumió Sergio Cichitti, sucediéndolo en 1993 Alberto Formigo.
Actualmente la Delegación Municipal o Centro Comunal, funciona en Cantilo entre 19 y 20, con Gaspar Gamboa Saraví como delegado, elegido democráticamente en esta última gestión.
El 20 de julio de 1949 se inauguró oficialmente la Plaza Manuel Belgrano en 3 y Cantilo. Y en 1956 se construyó e inauguró la Plaza San Martín en 11 y Jorge Bell.
En 1969 se aprobó la instalación de obras cloacales, que comenzaron a funcionar cerca de 1980.
Durante este mismo año se instaló el servicio de gas natural.
De igual manera se produjo la instalación de alumbrado a gas de mercurio.
También se efectuó la construcción de la calzada de hormigón con cordones de la calle 11, desde el Camino Belgrano hasta el Centenario. De allí en más comenzó un importante plan de pavimentación por parte de la Municipalidad que abarcó gran cantidad de calles. Estas obras comenzaron en 1996 y aún no han concluido, trayendo bienestar a sus pobladores. Desde 1998 hasta la fecha se pavimentaron 200 calles y faltarían pavimentar mil más. La calle Cantilo ha sido remodelada en el 2000, con canteros y bancos.


PRIMEROS HABITANTESComo consecuencia de la Primera Guerra Mundial, el país estaba estancado. A pesar de ello, y habiéndose vendido los primeros lotes por medio de la Sociedad Anónima City Bell, la firma martillera “Guerrico y Williams” se ocupa de realizar remates de lotes en abril y junio de 1915.
Las lomas de Bell se habían cuadriculado en calles y llegaron los primeros pobladores: las familias Buchéle, Mariscotti, Carnevale, Fernández, Lima, Verge, Lourace, Peñalva, Fregossi, Arizmendi, Volpi, Marchesotti, Pappani, Raffo y tantas otras.
Pero el resultado de las subastas fue poco promisorio y entonces se decide arrendar tierras a quinteros a razón de $50- moneda nacional por Hectárea. El primer arrendatario fue Eusebio Carnevale, cuyos descendientes aún viven en City Bell.
En poco tiempo se formó un poblado de quinteros, que fueron los cimientos de esta comunidad: Licursi, Flores, Locastro, Cilente, Bonoficio, García, Liporace, Savoia, Gamerro, Pagani, Hochegger.
En 1922, llega otra oleada de familias provenientes de La Plata, apoyada por la construcción de chalets por parte de la Sociedad de Fomento City Bell: los Hollman, Naendemberg, Soulés, De Longhi, Vennet, Quintana, Phillips, Acebal, Linares, Baya Casal, Picandet, Carbone, Isla, Navier, Valero, Mattaloni, Gutiérrez Eguía, Dillon, Brunnet, Tommattis, Espinosa Viale, Fregossi.
La casa con la escritura N° 1 se halla en 7 entre Cantilo y 15 y fue propiedad de los Martínez Quintana, funcionando en este momento como Jardín de Infantes del Colegio Estrada.
Si observamos documentos de la época veremos que algunos lugares destinados para determinadas instituciones funcionan con otro fin: la Casa Municipal debía estar donde funciona la Feria de frutas y verduras (cerca de Plaza San Martín); el Juzgado de Paz en 2 entre 9 y 10, el Registro Civil en esa misma cuadra; la Escuela de varones en 4 entre 10 y 11 donde funciona el Jardín 911; el Potrero de Policía y el Corralón Municipal en 20, 21, Alvear y Rivadavia, donde funciona el complejo Padre Dardi; el Cementerio en Belgrano, Alvear y Rivadavia, donde se halla el Pedagógico y el Hospital en 19 entre 12 y 13 donde están el Registro Civil, el Centro de Estimulación Temprana y la Unidad Sanitaria N°5.
La Asociación de Fomento City Bell había sido fundada en 1922 para desarrollo y embellecimiento del pueblo y la presidió provisoriamente el Sr. Labougle, hasta que se eligió una junta ejecutiva con Emilio Fernández como presidente, Eduardo J. Bell (vice ), Linares (vice 2°) y Buchéle (secretario y tesorero).


CARACTERÍSTICAS DE LA COMUNIDAD
ASPECTO FÍSICO
Hoy City Bell es una pujante localidad, con barrios residenciales y calles asfaltadas y arboladas, que no tiene nada que envidiarle a San Isidro.
El radio céntrico se halla ubicado entre los dos caminos (Belgrano y Centenario) de acceso a La Plata, de la que la separan aproximadamente 10 Km
Por la calle 11 se comunica con Los Porteños, Las Banderitas, Colonia Urquiza (hoy perteneciente a Melchor Romero, aunque antiguamente era pare de City Bell) y la ruta provincial N° 36.
Por ambos caminos se puede viajar a Buenos Aires, y actualmente, gracias a la autopista Buenos Aires- La Plata, se puede llegar a la Capital en 45 minutos.
Sin embargo existen asentamientos en la periferia, de población con necesidades básicas insatisfechas. Esto ocurre en el barrio Santa Ana (en la zona vieja); en el barrio Savoia (detrás de las vías) para la zona llamada del “bañado”, es decir la zona más baja; el barrio compuesto por marginales algunos con malos antecedentes, que se halla cercano al arroyo Rodriguez , detrás del Hotel Alojamiento Intimé se encuentra una pequeña villa que en algún momento fue apodada “El cuchillo”. También en la zona cercana al arroyo Rodríguez y a unas cuadras de la calle 20 y el puente Venecia, en el límite del cuartel, se halla la zona de “La tosquera”, donde se arrojan muchas veces residuos no habituales (aunque la Municipalidad lo hace en la zona del CEAMSE).
Por la calle Güemes (hoy 476) al fondo, después de la calle 32 existe un asentamiento con gran cantidad de población golondrina, compuesta por bolivianos y algunos paraguayos, que realizan trabajos diversos, la mayor parte obreros de la construcción y que carecen de luz, gas y agua. Viven también algunos marginales, y a la zona los vecinos, la llaman del Bethel, por que se halla el hogar de niños huérfanos en las cercanías.
A la vera del arroyo Martín y cerca de la calle Tacuarí, desde el camino Belgrano (Km 12,500) hacia ambos lados del mismo, se halla otro barrio humilde con algunos marginales que lo pueblan y se llama “El Molino”, por un almacén que hace años llevaba ese mismo nombre. Allí cerca del puente y para el lado de 19 está proyectada una plaza, pero hay asentamientos precarios y una hermosa arboleda.
En cuanto a barrios con otras características se encuentra “Los Porteños”, donde se halla la colonia “Santa Elena” con gran cantidad de portugueses, japoneses e italianos, que se dedican a la floricultura y horticultura. Ellos llegaron entre 1940 y 1950 y compraron pequeñas parcelas por iniciativa personal, realizando cultivos en la zona. También hay algunos portugueses en el límite entre City Bell y Villa Elisa.
Últimamente en zona de “Los Porteños” se han construido gran cantidad de hermosas mansiones y existen clubes de campo cerrados: “Grand Bell”, “Campos del Sol” donde estaba el Haras “Las Dreaninas” dueños del caballo Yatasto, famoso por las carreras ganadas; “Los Ceibos” y “Lomas de City Bell”.
Más allá de Los Porteños se encuentra “Las Banderitas” con 800 Has., poblado por una colonia de japoneses, promovida por la Provincia. de Buenos Aires. Su población estable es de 400 familias, a las que se suman otras tantas de tipo golondrina.
Allí hay una Academia Japonesa, creada por el Club Japonés, que enseña a los niños a hablar y escribir el idioma de sus mayores.
Cercano al Country Club de Estudiantes, se encuentra el barrio del Country con hermosas casas de construcción reciente. En esta zona se encuentra la plaza Los Liquidambars, en 464 entre 26 y 27.
A la altura de 35 y 14 se encuentra el barrio “La Emilia”, que debe su nombre a la plaza del mismo nombre, actualmente rebautizada “Perito Moreno”, y con juegos de troncos construidos por los scouts.
En el barrio Nirvana, declarado recientemente Área Ecológica Protegida, por la Municipalidad de La Plata, las calles son asimétricas, de tierra y todo se halla rodeado de vegetación.
Debe su nombre a Rodolfo Moreno, quien fuera gobernador de Buenos Aires y que en otra época se desempeñara como embajador de Japón. Se dice que fascinado por ese lugar y enamorado de una geisha, decidió construir una propiedad con características niponas.
En 1960 se produce el loteo de su quinta, que aún tiene rastros de ese estilo, por ej.: el embarcadero.
Las casas se construyen tratando de ocasionar el menor daño posible a los árboles de la zona, es decir entre ellos. Así es posible ver emerger del centro de un comedor un árbol y las vereditas tienen césped que nace entre ellas, siendo la mayoría de ladrillos, adoquines o piedras.
Este barrio se haya a la vera del arroyo Rodríguez, por la calle Patagonia (481), desde el camino Belgrano hacia la calle 28 y hasta la calle Monteagudo.
Entre City Bell y Gonnet, se encuentra el barrio Gonnet-Bell, no muy definido, sería de Güemes hacia el arroyo, ya que cercano al Club Banco Provincia y hacia la calle 30, queda el barrio Güemes, cuya característica son los chalets idénticos construidos (cercanos al Club) por un plan durante los años ‘57/58.
Por las calles 28 entre Güemes y 11 y hacia 32 se halla el barrio El Ombú. En esta zona conviven las construcciones modestas con gigantescas casas modernas. Lo mismo ocurre en el barrio Santa Ana, donde se hallan las plazas Padre Dardi y Santa Ana.
Detrás de las vías y cercano al Barrio Savoia, llamado así por Luis Savoia, quien adquiere 56 Ha., y luego las vende, reservándose algunas (cuya propiedad se rematara en 1942), se encuentra la plaza Almafuerte. A lo largo de las vías se encuentra un hermoso espacio verde que se interrumpe a la altura de la barrera que cruza las vías de Gonnet. Éste es el Parque Norte, utilizado por aquellos que quieren realizar caminatas. Las construcciones de la zona son chalets en la mayoría o casas estilo americanas. Desde el Club Hípico, se halla el Barrio del Golf o El Quimilar, cuya entrada se encuentra por la continuación de la calle Almafuerte con una pequeña rambla con palmeras. Las casas son arquitectónicamente muy bellas y modernas. También han respetado los árboles, en su mayoría eucaliptos y casuarinas y han debido rellenar terrenos bajos y anegadizos. No es un barrio privado, pero se parece.
Por la calle López Merino hay dos nuevos barrios cerrados en construcción, uno de ellos llamado “Las Araucarias”.
Cercano al Arroyo Rodríguez hay cuatro manzanas con una calle sin salida llamado barrio del Banco
Municipal y detrás de él, alrededor de la capilla San Cayetano se encuentra el barrio del mismo nombre de la capilla, con chalets y casas sencillas. Hacia la zona del bañado las casas son más precarias.
Por la zona de Alvear entre 19 y 21, se halla el barrio Lomas de Alvear, hay un gran espacio alambrado que intenta subdividirse. Frente al mismo se halla el barrio Encuentro, con casas sencillas.
A la altura de 3 y Alvear se encuentra la Plaza Mitre, cuidada por los vecinos del lugar.
Más allá de la calle Tacuarí, por el Camino Belgrano se encuentran los barrios Martín Fierro, Mariano Moreno y La Perla, cerca del Arroyo Carnaval, que es el límite con Villa Elisa.


ASPECTO DEMOGRÁFICO Y URBANIZACIÓNLa población es eminentemente urbana, teniendo todas las características de una ciudad pujante, que en pocos años se ha poblado densamente.
Según el Centro de Estadísticas y Censo, en 1991, se comprobó que City Bell tenía una población de 21.435 habitantes, aunque actualmente se calcula que se ha elevado a 50.000 (según la Delegación Municipal). Los nacimientos inscriptos en el Registro Civil ascienden a 400 por año (datos de la Delegada del Registro Civil).
Dos cuartos de la población pertenecen a la clase media (un cuarto a la clase alta y un cuarto a los carenciados) destacándose el lugar por la cantidad de chalets y casas quintas. Existe legislación vigente que no permite construir edificaciones con más de tres pisos, pero sería necesario que existiera alguna prohibición para construir dúplex amontonados (por lo general cuatro), sin patio, en un terreno de pequeñas dimensiones. Actualmente la Delegación Municipal planea revertir esta situación.
En la zona céntrica la población es estable y la mayoría es argentina, compuesta por profesionales, comerciantes, industriales, obreros y empleados.


SERVICIOS PÚBLICOS
En el radio céntrico existen servicios de alumbrado, agua corriente, teléfonos, gas natural y cloacas. No ocurre lo mismo en barrios periféricos, en lo que se refiere al agua corriente y a las cloacas, pero a medida que pasa el tiempo los servicios se van extendiendo.
En la zona de Los Porteños sólo existen electricidad y teléfonos (la mayor parte proveniente de la Cooperativa de Abasto), pero no hay otros servicios.
La Delegación Municipal, la Comisaría Seccional 10ª. y los Bomberos Voluntarios de Policía (calle 2 entre 12 y 13); el Correo, la Unidad Sanitaria N°5, instalada en 1948 en 13 y 19 y trasladada a 12 y 19 y el Registro Civil (13 y 19). Todos están en el barrio Centro.
Hay varias sucursales bancarias y cajeros automáticos. Los bancos son el Banco Provincia, el Banco Francés, el Banco Río y el Banco Municipal y se hallan alrededor de la Plaza Belgrano.
Existen dos supermercados importantes de la misma firma (uno en cada camino) y numerosos comercios ubicados a lo largo de la calle Cantilo y cercanos a la Estación de trenes y hasta la calle 2. Luego se hallan más espaciados pero continúan hasta el Camino Belgrano.
La Casa para Prevención de Violencia Familiar, dependiente de la Delegación y a cargo de Fabiana Martín y Violeta Ricciardi, el Centro para Prevención de las Adicciones, la filial de EDELAP, la filial de ASURIX, y el Batallón de Comunicaciones integran los servicios oficiales y privados de la zona.
En cuanto a este último, en 1945 el Gobierno de la Nación expropió el Casco de la Estancia Grande a efectos de instalar un cuartel, que fue primero el “2” de Comunicaciones y actualmente es el Batallón de Comunicaciones 601 y la División de Reclutamiento de voluntarios y voluntarias .
En la calle 6 entre Cantilo y 15 se encuentra una delegación de IOMA, otra de la Federación Médica Bonaerense y la última de FABA (Bioquímicos). También hay delegaciones de numerosas obras sociales.
En Cantilo y 8 se encuentra Provincia Seguros, dependiente del Banco del mismo nombre.
La Cámara de Comercio de City Bell, reúne a los comerciantes y vecinos del lugar para defender sus derechos e intereses y para tratar temas tales como la seguridad y el progreso zonal.
En otros barrios están la Unidad Sanitaria N°17 en 449 y 26 (barrio Martín Fierro) y la Unidad Sanitaria N°38 en 447 esquina 7 (barrio Savoia)


ASPECTO EDUCATIVO
Existen en la zona numerosos establecimientos educativos estatales y privados, que cubren todas las ramas de la educación, desde el nivel inicial hasta el terciario.
La guardería municipal “Islas Malvinas” ubicada en 13 entre 19 y 20, para hijos de madres carenciadas, que funciona desde 1978, les suministra el desayuno y almuerzo.
Se ha inaugurado recientemente un Centro de Estimulación Temprana (19 entre 12 y 13), el primero en el radio del Gran La Plata, construido por iniciativa del “Rotary Club”.
En la calle 12 y 19 frente a la Unidad Sanitaria se encuentra el Centro de Día para rehabilitación de niños con deficiencias y discapacidades. Y en el mismo radio la EGB N°44, en 12 e/ 19 y 20.
El primer Jardín de Infantes fue privado y regenteado por monjas, funcionando en Jorge Bell entre 12 y 13, pero de él no quedan rastros.
El Jardín Nº 911 “Gabriela Mistral”, creado en 1964 funcionó en la Escuela 12 y desde 1971 con edificio propio, con un alumnado de trescientos niños, enseñanza de avanzada y excelentes instalaciones (estatal), se halla frente a la centenaria Escuela Nº 12 “Victoriano Emilio Montes” (4 entre 11 y 12), inaugurada en 1884 en La Plata, pasó en 1920 a 8 e/ Pellegrini y Güemes y fue trasladada en abril de 1930 al lugar actual, donde funciona el E.G.B., el Polimodal (vespertino y con el nombre de Escuela de Enseñanza Media Nº 4) y un secundario para adultos nocturno.
Cercana a la zona se encuentra la guardería “Winni the Poo”, que es privada.
En la zona céntrica se halla el Instituto José Manuel Estrada (creado en 1956) que abarca desde el nivel inicial hasta el polimodal en distintos edificios, todos cercanos (desde 7 hasta Jorge Bell y Cantilo).
En él se dicta la carrera terciaria Psicología Social (desde el año 2000) en horario nocturno, para docentes y asistentes social y educacional.
También se encuentra el Instituto Fray Mamerto Esquiú (en Pellegrini y 3), donde funciona desde el nivel inicial (Niñito Jesús), un E.G.B.(San Blas), un polimodal (Esquiú), un E.G.B. vespertino para adultos (Inmaculado Corazón de María) y un terciario nocturno (Esquiú). Todos ellos creados por el pbro. Blas Marsicano con ayuda de la comunidad.
El complejo educativo Padre Dardi que consta del jardín Egle Tedeschi, el E.G.B. Ceferino Namuncurá (ahora con nuevo edificio), el polimodal con orientación a la floricultura y jardinería Padre Dardi, la escuela de Orientación para la Joven (con cursos cortos) y un comedor para niños carenciados; abarca desde la calle Rivadavia hasta Alvear por 21 y 21 bis. Salvo el polimodal todos fueron creados por el padre José Dardi, muy recordado en la zona por su obra de beneficencia con los pobres. En cambio el polimodal como el nuevo edificio de la E.G.B. fueron obra del sacerdote Alejandro Blanco.
Cercano al lugar, es decir a espaldas de este complejo educativo, por la calle 19 y Rivadavia se encuentra la escuela de enseñanza media N°15 que es estatal.
Por el Camino Belgrano y Rivadavia funciona el Instituto Pedagógico Speroni, que cuenta con cuatro niveles de educación.
A pocos metros de allí, se halla el Instituto Manuel Belgrano (creado en 1960), donde funciona una E.G.B. y un polimodal (en 10 entre 21 y Belgrano).
También está la Casa del Niño Encuentro (12 e/ Sarmiento y 1), donde asisten aproximadamente sesenta niños que reciben comida y apoyo escolar. Su creadora Ana Mon ha recibido numerosas distinciones por su obra en beneficio de los niños. Actualmente con sus colaboradoras se encuentra finalizando la construcción de casas para los familiares de los pequeños (ver barrio Encuentro).
El St. Catherine`s (17 entre Rivadavia y Alvear) tiene un jardín de infantes y un E.G.B. privados.
En el barrio Santa Ana se halla el Jardín Nº957 (calle 11 y 463) con un hermosos edificio recientemente construido, y la escuela Nº34 (creada en 1960) en 462 entre 10 y 11, EGB que funciona con merienda reforzada para niños carenciados.
En el barrio Savoia se hallan la escuela Nº80 (7 bis entre 474 y 475) y el Jardín 942 (469 entre 7 bis y 8) con un solo turno (tarde). También en ellos hay merienda reforzada, ya que los niños que asisten provienen de hogares humildes.
En la calle 28 entre 12 y 13 (El Ombú) se halla la escuela Nº117 y el Jardín 913 con comedor, donde asisten niños de casas humildes y pequeños provenientes de un Hogar para menores abandonados, llamado Bethel, que funciona a la altura de 32 desde Güemes y abarca dos manzanas aproximadamente.
En la zona se encuentra el Jardín de Infantes de Estudiantes, y la EGB con orientación deportiva y la guardería “Bajitos”, ambos privados. Allí asisten niños de hogares medios o de buen nivel económico.
En el barrio Tacuarí se halla la escuela Nº69 (25 e/ 452 y 453) y el Jardín Nº933 (sin edificio propio) y con una población humilde. Lo mismo ocurre en la escuela N°68 (423 e/ 23 y Belgrano) en La Perla y con el Jardín 960 (443 e/ Belgrano y 24). En la zona de Los Porteños, se halla la escuela primaria Nº67 (144 e/ 11 y 154) y el Jardín Nº946, a los cuales asisten en mayoría los hijos de los paraguayos y bolivianos, que trabajan de obreros en las quintas de verduras y como ayudantes de los floricultores.
En esta zona se encuentra el “Campus Educativo” bilingüe St. Patris, de doble escolaridad, con los tres niveles y arancel muy alto, para personas de alto poder adquisitivo.


TRANSPORTES
Recorre la zona, comunicándonos con zonas aledañas, el micro 273, siendo su antecesor el micro 3, de la empresa “Flecha de Plata”, que aparece en 1930.
Los ómnibus eran de color marrón y no verde como en la actualidad, y la flota se componía de cuatro unidades que circulaban por el camino Gral. Belgrano, que entraban en Gonnet, City Bell y Villa Elisa, en un recorrido de ida y vuelta.
La empresa tenía un micro de repuesto llamado la “piparra”, que poseía una fila de asientos de cada lado, y cuando había que llevar algún pasajero parado corrían el techo de lona (por supuesto en verano).
También por el camino Belgrano circulaban otros ómnibus de mayor poder adquisitivo: Flecha de Oro, Expreso Buenos Aires y Reconquista, que se dirigían de La Plata a Buenos Aires.
Actualmente transitan Transportes Río de La Plata, Transportes Automotores La Plata y Costera Criolla y un ómnibus que realiza un recorrido fuera de lo común, de Villa Elisa a La Plata: Punto a Punto.
Los trenes del Ferrocarril Roca son una buena opción para viajar hasta La Plata o Constitución. La actual estación se encuentra ubicada a la altura de la calle Cantilo.


ASPECTO ECONÓMICO
City Bell no ha permanecido ajeno a los cambios ocurridos en los últimos años en el país. Ha perdido numerosas industrias que hasta hace muy pocos años se encontraban en el lugar: la fabricación del “cointreau” (famoso licor de naranjas amargas), la fábrica de aparatos de precisión y marcapasos, los hornos de ladrillos, la fabricación de elementos de uso hospitalario: jeringas descartables, frascos para suero y manguerillas plásticas y la de remodelado de motores. También se ha perdido la fábrica de ascensores, pero permanece el arreglo y mantenimiento de los mismos.
Subsisten el cultivo de flores, frutas y verduras (también quintas orgánicas), el cultivo de champiñones, la fabricación de bolsas de nylon, pinturas, insecticidas, mosaicos, lajas, elementos de vestir, fabricación de muebles y productos artesanales como mermeladas y dulces.
Los primeros hornos de ladrillos se hallaban ubicados en calle 11 entre Cantilo y 5ª. Avenida, donde el primer propietario, llamado Carnevale, una vez finalizado el contrato, entregó la tierra emparejada y sembrada con avena, tal como lo había convenido. El otro horno se hallaba en Belgrano entre 9 y 11.
El primer tambo del lugar se hallaba en el extremo de la calle Jorge Bell, donde actualmente se ubica el barrio Santa Ana. Hoy en día ya no existe y el lugar se halla densamente poblado.
En cuanto al comercio, se puede decir que los habitantes de City Bell no deben trasladarse fuera del radio para conseguir lo que necesiten, ya que existen cantidad y variedad de negocios, supermercados, “delivery” y restaurantes que pueden satisfacer todas las necesidades.


ASPECTO HIGIÉNICO SANITARIO
Cabe recordar que el primer médico de la zona fue el Dr. Eduardo Raffi, quien vivía en 17 entre Cantilo y 15. Otros médicos que le sucedieron fueron el Dr. Treviño, La Dra. Narbaitz y el Dr. Crivaro (el primer pediatra).
La primera enfermera fue Lía López, quien estudió por correspondencia y comenzó a trabajar en la primer farmacia que estaba ubicada en 15 y Centenario. Dedicándose luego a aplicar inyecciones.
En 1996 los alumnos de la Facultad de Medicina realizaron un relevamiento en las zonas de las escuelas N°117 (El Ombú) y N°34 (Sta. Ana) y detectaron problemas de mala nutrición y parasitosis.
Existen tres Unidades Sanitarias (ya mencionadas) de índole municipal, siendo el N° 5 el mejor equipado de la zona y que funciona con edificio propio desde 1987, gracias a las gestiones de Juan Raymundo y otras personas que lo acompañaron. Él intervino en la creación del Jardín N°911 (junto a Haydée Trotta), y la construcción de la Guardería Islas Malvinas y del Centro de Jubilados ubicado en 1 entre 12 y 13.
La Dra. María Imelda “Baby” Palma, realiza desde la U. Sanitaria N° 5 un servicio de prevención, concurriendo a los barrios más carenciados a dar charlas a la comunidad, en forma totalmente gratuita.
Hay varias clínicas de consultorios externos y hace algunos años existió una clínica neuropsiquiátrica frente a la plaza Belgrano (hoy hogar de día para ancianos) y una clínica de cirugía y servicio de partos, que perteneció al Dr. Berri (creada en 1960), actualmente dedicado a la atención de ancianos enfermos.
Los hogares de ancianos son numerosos en la zona, existiendo también centros de día.
En Jorge Bell entre Cantilo y 13, se halla el Centro de Prevención y Asistencia de las Adicciones, bajo las órdenes del Dr. Di Giano y que cuenta con un grupo de psicólogas especializadas en el tema.
También hay numerosos laboratorios de análisis clínicos privados en la zona.
Hace pocos años atrás, los habitantes se reunían en foros comunitarios para encontrar distintas soluciones a temas tales como: salud y prevención, tránsito, basura, seguridad, edificación, contaminación, etc., pero estos foros lamentablemente no llegaron a feliz término.
Actualmente los vecinos han formado una comisión para que solucione los problemas de inseguridad, nacida de foros de los distintos barrios .


ASPECTO RELIGIOSO
Existen dos parroquias importantes en la zona, llamadas “Sagrado Corazón de Jesús”, en la calle 21 y Rivadavia e “Inmaculado Corazón de María” en 12 entre 5 y Jorge Bell. En estas dos parroquias existen filiales de Cáritas y se hallan agrupaciones de Scouts (N°116). Actúan grupos de familias “cursillistas” y en la de 5 y Jorge Bell se había organizado un grupo de niños llamado “Infancia Misionera” por iniciativa del Padre Carlos (antecesor de Jorge).
En 1929, el chalet del Sr. Rodolfo Schelotto (Cantilo e/ 8 y Centenario), fue habilitado como capilla, se oficiaban misas, bautismos y casamientos, solamente los domingos a cargo de Monseñor Serafini.
Ya en 1934 se comenzó a construir la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en el predio cercano a las chacras de la familia Fromigo.
En ese año, el Poder Ejecutivo Provincial asignó terrenos a Sor María Ludovica para que recuperaran la salud niños con tuberculosis, que eran trasladados desde el Hospital de Niños de La Plata en volanta a la zona, para que se alimentaran con frutas y verduras frescas y para que respiraran “aire puro”. Fue por esa época que a City Bell se la llamó “la Córdoba Chica”.
En 1956 se inaugura la parroquia Inmaculado Corazón de María, a la que había antecedido el Oratorio San José, ubicado en la calle 5 entre 9 y 10, donde se celebraban misas, comuniones, bautismos y luego se utilizara para Cáritas hasta 1958, con la ayuda de la Sra. Marta Paunero y otras colaboradoras.
En 1956 el sacerdote Antonio Rascowsky se hace cargo de dar misa en ambas parroquias.
En 1958 llega el Padre José Dardi a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús (recordado con su boina y el viejo jeep, en busca de alimentos para “sus pobres”) y el mismo año lo hace el Pbro. Blas Marsicano a la parroquia Inmaculado Corazón de María., quien luego fuera nombrado Capellán del Ejército.
Los párrocos actuales son Néstor Sestakauskas (sucesor de Blanco) y Jorge González, quién durante el año 2001 fue nombrado para reemplazar a Blas Marsicano (enfermo desde hace varios años).
Hay otra parroquia: Inmaculada Madre de Dios en la zona de Gonnet Bell y la capilla San Cayetano en 479 y 10 (detrás de las vías), construida con aportes de fieles y de la Organización Católica Alemana, y un lugar llamado ermita de Schoentalt en zona de El Ombú.
Existen diversos templos Evangélicos de distintas características, el más grande de ellos perteneciente a los Pentecostales, en Cantilo ente 1 y 2 (dónde existió un cine), dirigido por Juan Vicente González.
También hay un templo de los Testigos de Jehová en 21 entre Güemes y Pellegrini y un templo de mormones llamado Los Santos de los Últimos Días en Centenario entre Pellegrini y Güemes.


ASPECTO RECREATIVO Y CULTURALEn la zona céntrica existen dos clubes: el Club Atlético (creado en 1950), donde era la Casa de Té (en 1926) y funcionara en 1930 una primer capilla. Allí se dan clases de peluquería, artes marciales, fútbol, teatro y funciona un Club de pesca. Está además, la Biblioteca Florentino Ameghino, recientemente modernizada.
Todos los sábados por la mañana, se reúnen los artesanos del lugar para ofrecer sus productos.
También allí se realiza anualmente el Festival Folklórico más importante de la región, donde actúan prestigiosos cantantes y se pueden saborear exquisitos asados, empanadas y pasteles.
El otro Club es el Juvenil, en el que funcionaba la Asociación Cristiana de Jóvenes en 1943 y creado como club en 1946, dicta clases de tango, artes marciales, gimnasia masculina y femenina, fútbol infantil, fútbol 5, viajes de pesca y bailes en épocas de carnaval.
En Monteagudo entre 20 y 21 está el Club Comercial, donde juegan al fútbol y en el verano se organizan Colonias de Vacaciones y enfrentado está el Club Banco Provincia (creado en 1948), en la zona de Güemes e/ 20 y 21, con piletas y canchas de paddle, y tiene un campo para prácticas deportivas en Güemes e/ Sarmiento y 17, en terrenos del Batallón de Comunicaciones.
También está el Rotary Club (20 e/ 15 y Pellegrini), que realiza numerosas obras en la zona y eventos para beneficio del pueblo. Y que años atrás se ocupara de remodelar la Plaza Mitre (3 e/ Rivadavia y Alvear), donde existe un hermoso monumento a Malvinas realizado por Fernández Uliana.
La tercera edad tiene un Centro para reuniones, enseñanza de artesanías y se organizan viajes.
En la zona del barrio Savoia se halla el Club Hípico (creado en 1944). En este lugar existía un monte de duraznos y manzanas y pertenecía a Fernández Blanco. Aquí se desarrollan toda clase de disciplinas hípicas y tiene además pileta y canchas de golf.
Todos los 25 de Mayo se realiza el Derby, del cual participan jinetes de todo el país.
Cercano a la calle 11 y camino a Los Porteños se halla el “Country de Estudiantes” creado en 1967, cuya entrada principal se halla a la altura de Alvear y 29.
Allí se entrenan los jugadores y la primera división se concentra en modernas instalaciones en el campo los Ombúes. Los socios pueden practicar softboll, paddle, voley e incluso natación. En verano funciona la Colonia de Vacaciones del mismo nombre. También posee canchas de golf.
Está el Club de la Asociación Mutual Israelita a la altura del barrio Santa Ana, y el Club Santa Ana o Centenario que realiza reuniones danzantes para carnaval.
Hay numerosos centros de fomento, por ejemplo El Ombú y Martín Fierro , que realizan una amplia labor dentro de sus áreas de influencia. Existen también gran cantidad de gimnasios en los barrios.
Más allá de Los Porteños se halla el Club Las Banderitas, donde niños de distintas edades, del centro del pueblo, son trasladados en ómnibus para practicar fútbol.
En campos del Batallón funciona la Agrupación Tradicionalista Estancia Grande que realizan domas, fiestas gauchas, comidas típicas y todo tipo de artesanías argentinas.
City Bell tiene mucha vida cultural: se encuentra el Centro Cultural (3 esquina 12) “reinaugurado” el 8 de julio de 2001, donde se reúnen poetas y escritores y se realizan exposiciones de pintura, fotografía, escultura y artesanías. También se dictan cursos y charlas sobre diversos temas. Este centro intentó ser en principio una Fundación Cultural y fue inaugurado con ese nombre en 1997 en el Rotary, siendo su primer presidente Amalia Lemos, vicepresidente Horacio A. Colombo y secretaria Alicia Calandra. Se llamaron a prestigiosos miembros de la comunidad, relacionados con la cultura, que se reunían en la cafetería La Bell, para formar sub-comisiones (Artes plástica, Música, Literatura, Teatro, Danzas, etc.).
Nada tuvo que ver con la Casa de la Cultura, que nació alrededor de 1984 funcionó en 13 y 19 dependiendo de la Municipalidad. Fue en “La Bell” que nace la Fundación Cultural, que se organizó independientemente, al principio apoyada por el Banco Municipal. En el año 1998 pasa a llamarse Centro Cultural City Bell, ya que no se le reconocía la Personería Jurídica como tal.
En la Librería Pierrot de Marta Bacci (Cantilo 7 y 8), funcionó el primer taller literario conducido por Elba Alcaraz y al desaparecer la librería fue organizado por Horacio Ponce de León, Clara Masinante y Pedro Tirado Marcovich en la Casa Abierta (8 e/ Cantilo y 13). Funcionó por primera vez en 1992, luego pasó a hacerlo en el Club Atlético, después en el Club Juvenil y más tarde en el Centro Cultural de calle3.
Actualmente funciona en una casa particular, coordinado nuevamente por Elba Alcaraz.
Desde enero del ’97, semana por medio, en “La Bell”, los viernes por la noche, “La Máquina” que integraban Jorge Borean, Elsa Barsanini, Miguel Russo, Mónica Colega, los Rucker, Mimosa González, Chorny, los Gerardi, Cochero y Ponzinibbio, traían algún autor famoso a la zona. Todos los comerciantes colaboraban y Marcos Re confeccionaba los bocetos, pero estos ciclos finalizaron en el año 1999.
También se encuentra en el centro, la Galería de Arte Gauguin de Nilda Fernández Uliana, que constantemente realiza exposiciones, y Madereco en la zona de Los Porteños que utiliza el espacio de una mueblería (de muebles artesanales de campo) para exponer obras de arte.
Hay numerosos coros: Coral Encuentro, Amigos de City Bell, Nonthue, Exaudi y el Coro de Niños.
Diarios y periódicos: el diario “El Día”, nombró como su primer corresponsal en la zona a Enrique Verge. “El Día” sacaba los jueves y domingos el “Semanario Norte”, dedicado a la zona, y actualmente lo hace los viernes con mayor cantidad de páginas, siendo su director Andrés Rivelli.
El 15 de febrero de 1961, aparece “La Reforma Ilustrada” como periódico zonal, desapareciendo con el tiempo. El 26 de mayo de 1967 se funda “El Vocero Comercial” y luego aparecen “La Campana”, “Crics” de Infante Mármol (que aún se distribuye) y el Semanario “City Bell. Hechos y Personajes” que saliera por última vez durante el 2001. Entre 1992 al ‘94 salió “Imágenes del Savoia” de Gustavo Cabarrou.
Entre las revistas se encuentran Vereda bell, Infu, Al Sol, El Tren, Toda la guía y otras menos conocidas, todas gratuitas.


PERSONAJES
Numerosos artistas, escultores, especialistas en grabado, dibujantes, pintores, ceramistas, escritores y poetas han elegido este hermoso lugar para vivir.
Algunos de ellos, fallecidos, dejaron su sello personal: Roberto T. Speroni (1922-1967) periodista, considerado el máximo poeta, no sólo aquí sino en La Plata, murió joven y dejó su canto “alucinante”, vital, melancólico y dramático adherido a cada árbol y poblando las calles de City Bell :Habitante único, Gavilla de tiempo, Tentativa de la luz, Tatuaje en el viento, Paciencia por la muerte, El poeta en el hueso del invierno, Padre final y poesías, novelas y cuentos inéditos, fueron escritos entre 1945 y 1967 y reunidas las poesías por Ana E. Lahitte en: SPERONI, Poesía Completa en 1982, centenario de La Plata. Rodolfo Falcioni ( 1916-1979) médico y escritor, todavía es recordado y querido: Las órbitas vacías –cuentos- , A través del espejo –teatro-, La puerta del Infierno –novela-, Las Máscaras –cuentos-,La casa sitiada –teatro - Beatriz no quiere desnudarse –comedia -, El hombre olvidado, Como la mariposa alrededor de la lámpara –cuentos- y las inéditas Teoría para un hombre que debe morir y Los cuatro rostros, todas premiadas. Su cuento El cedro quedó herido fue plagiado bajo el nombre Como un padre, del film italiano “Los monstruos” pero al denunciarlo a Argentores, fue resarcido por el productor.
Horacio Ponce de León ( 1913-1999) escribió : Mujer cantada, El hombre de la lluvia y otros cuentos, Canción final, Oda a una guitarra y otros poemas, Último cuento de Arión y otras historias y Tango
Néstor David Malbrán autor de varios libros y numerosas distinciones, y que falleciera luego de recibir el premio “Macedonio Fernández” en 1982 por su obra Señoras urracas.
Horacio Núñez West poeta y prosista. Autor de Elegía para la muerte amiga, Edad de la Nostalgia –
prosa poética- , Fábula de mi ser, Pausa ante el mundo y Canto a la Provincia de Buenos Aires.
Nilda Fernández Uliana: tiene obras en Brasil, Italia y España, y ha recibido numerosos premios, siendo elegida durante el año 1996 como la Mujer Destacada Bonaerense, por la Honorable Cámara de diputados.
Es la presidente de la Asociación de Artistas Plásticos de la Provincia de Buenos Aires desde 1992 y ha realizado numerosos monumentos en la zona: monumento a los caídos de Malvinas (en Plaza Mitre), monumento escultórico realizado en el paseo público de Cantilo entre 4 y 5, monumento al Padre Dardi, ubicado al lado de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y el busto a Manuel Belgrano, que se halla en la plaza del mismo nombre, reinaugurada en octubre de 1997 debido al embellecimiento que se realizó de la misma en esa oportunidad.
Forma parte del arte argentino presente en Cosenza, Italia, donde años atrás fue presentada la obra "Il filo de Ariadna", en la que el tema es la presencia de Colón en América y la unión de los continentes.
Presentó y expuso obras en Estados Unidos y en España. Fue seleccionada para participar en la "Feria Internacional de Arte de Barcelona" de dibujo, pintura y escultura, donde en el 7º salón de Pintura de Barcelona, su cuadro "La Red", realizado con técnicas mixtas, obtuvo el premio Selección y fue uno de los elegidos para recorrer distintos países europeos, en una muestra itinerante.
Fue elegida durante el año 2001como una de las artistas cuya obra estará permanentemente en exposición en el parque escultórico de Valencia. La obra allí presente es la denominada "La fortaleza del sol", primera inspirada en la música y los instrumentos musicales. La misma se halla construida en aluminio y bronce, mide dos metros de altura y pesa más de 50 Kg.
Alejandro Ravassi: Nació el 2 de marzo de 1957 en Bolívar, aprendiendo a dibujar en el Jardín de Infantes. Ilustrador, pasó por Bellas Artes en tres oportunidades y por la Escuela Panamericana de Arte. Participó en Diarios como "El Día", "La Nación" y "Clarín". Ilustró textos escolares y cuentos infantiles de las editoriales más importantes de Buenos Aires (Santillana, Hyspamérica, Aique, Sudamericana, El Quirquincho, Estrada, Norma, entre otras). También publicaron sus trabajos en diversas revistas como "Humor", "Eroticón", "Play Boy", "Noticias", "Búsqueda", Generación, "Hombre". Vive en City Bell desde 1991 con su familia: su mujer y dos hijas, y las paredes de su casa se encuentran tapizadas de dibujos graciosos y grotescos. Ha obtenido aproximadamente doce premios a nivel provincial, muchos de ellos otorgados por el Museo Provincial de Bellas Artes.
Miguel Russo: nació el 7 de septiembre de 1956 en Villa Urquiza, vive en City Bell desde 1996. Lee y escribe poesía desde aproximadamente los quince años. Publicó libros de poemas y trató de estudiar en la Facultad de Humanidades, creyendo que al seguir la carrera de Letras aprendería a escribir mejor y se decepcionó. Abandonó la facultad en la época de la represión. Trabajó en la revista "la Maga" y hace crítica literaria para "Página 12".
Emilse Zorzut: es psicóloga y escritora. Escribe prosa y poesía. Nació el 27 de abril de 1929 en La Plata y vive en City Bell desde los años 60. En 1948 ingresó a la Escuela del Círculo de Periodismo y años más tarde a la Facultad de Humanidades, de donde salió con su título de psicóloga.
Carlos Pamparana: estudió un tiempo derecho y se dio cuenta que su verdadera vocación era la pintura. Aunque trabaja como docente y le queda poco tiempo para pintar, cuando prepara una muestra se toma su tiempo. Prepara sus cuadros pintando al mismo tiempo, cada uno en una etapa diferente. Ha organizado exposiciones en Capital y una mega exposición en Buenos Aires con pintores, grabadores y escultores, algunos de ellos que están en el exterior.
María Elena Sagarra: es citybelense por adopción, ya que vive en este lugar desde 1993. Fue la primera en organizar en lo que era la antigua sede del diario La Prensa, la primera galería de arte de La Plata, llamada: "Espacio de Arte". Esta es una muestra permanente de piezas de artistas nuevos y reconocidos.
Ella junto a su socia, Mercedes Roitano se hicieron cargo hace varios años atrás (cuando se celebró el 110 aniversario de La Plata) del Eje 110, tomando la calle 53 entre 8 y 12 para colocar esculturas. Hace unos años fueron convocadas para hacerse cargo de la parte de plástica de la Semana Joven en Plaza Moreno, en la que participaban todos aquellos que así lo deseaban. "Callejeando con el arte" fue un evento organizado en la calle en octubre y noviembre de 1995, donde junto a la gente modelaban arcilla, pintaban vidrio, etc. Y cada uno se podía llevar sus obras.
Norberto Silvetti Paz: nació en Tucumán y durante la infancia se trasladó a La Plata, pero al contraer matrimonio con Hebber Martin se trasladó a City Bell y tuvo dos hijos que ya son adultos. Es doctor en Filosofía, escritor, poeta y traductor de obras literarias. En 1964 ganó la beca Humboldt que le permitió viajar por Alemania, donde trabajó durante nueve años. Allí conoció a Eugen Fink, un especialista en Niestche, y se dedicó a traducir obras del novelista y poeta alemán Herman Hesse, a quien conoció personalmente. Estas traducciones fueron publicadas por el diario "La Nación", con el cual colaboró durante cuarenta años. Entabló amistad con personajes de la talla de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Julio Cortázar y Ernesto "Che" Guevara. En 1982 obtuvo el premio "Goethe", siendo el primer argentino distinguido con dicho premio. En el Círculo de Periodistas de La Plata, solía reunirse con escritores: Ana Emilia Lahitte, Saraví Cisneros, Roberto T. Speroni, Denis Krause, Ponce de León (su íntimo amigo), Amaral y A. Venturini. Llegó a ser asesor del Centro Cultural General San Martín, y actualmente vive en Capital en invierno.
Andrés José Gerardi: nació en Almirante Brown en agosto de 1958, pero siempre fue de City Bell. Fue alumno de César López Osornio y Miguel Alzugaray en pintura, y de Buyi Presas y Verónica Dillon en cerámica. Estudió en la Escuela Panamericana de Arte, donde se recibió de Diseñador Gráfico y Publicitario. Su primer taller lo pudo construir con la ayuda de sus padres en la casa de ellos. Luego, cuando se casó comenzó a construir su hogar, cerca de las vías del ferrocarril, con material reciclado e hizo una rara y estética casa, donde vive con su esposa e hijo.
Mary Tessary: nació el 23 de noviembre de 1952 en Villa Elisa, pero cuando pudo elegir, se vino a City Bell (en 1991). Pasó por Bellas Artes, e hizo un magisterio en Artes Plásticas, donde se especializó en grabado. Viajó a Francia donde recibió un premio otorgado por el Salón Saint Henri (Tolouse). En el año 2001 participó de la muestra titulada "Correspondencias" en el Espacio de Arte Madereco ubicado en el barrio Los Porteños. Allí expuso sus cuadros realizados con técnicas de dibujos con papeles pintados, de formato mediano y grande.
Guillermo Defranco: nació en City Bell el 12 de noviembre de 1960. Estudió periodismo en la Facultad del mismo nombre de la Universidad de La Plata. Dirigió el mensuario "Comienzos", fue columnista de "El Periódico de City Bell" y del semanario "City Bell - Hechos y Personajes" y lleva a cabo una revista llamada "Vereda bell". Escribió Crónicas Citybellenses, un libro que refleja la ciudad y su gente de manera graciosa y sensible, y experiencias que ha vivido con su esposa y su hijo.
Otros personajes importantes: Cesar Paternosto, Alejandro Puente y Edelmiro Sirabo todos pintores del barrio Nirvana. Roberto Soto, pintor surrealista, con gran trayectoria a nivel nacional e internacional. Enzo Oliva pintor, con premios nacionales e internacionales. Justiniano Camino, con importantes exposiciones en América Latina. Alfredo Plot, quien últimamente ha pintado un mural muy importante en un espacio cercano a la plaza San Martín de City Bell. Zelmira “Miruh” Almeida, pintora, actriz y escritora, con cuadros que se exponen en el Palacio López Merino y varios libros de poesía publicados y algunos de cuentos inéditos. Clara Masinante, escritora, participó en tres antologías y fue premiada. Verónica Dillon ceramista, Germaine Bonifacio escritora, Juan José Pezzani escultor, Lucila Perez Pesado pintora, Juanita Zambosco ceramista, Sergio Logiorato pintor, Mariela Constant grabadora, Jorge Mieri, pintor de gran trayectoria, Cristina Grillo, ceramista. Claudia Bernazza, escritora (Crónicas de la ciudad perfecta). Teresa Salinas abogada y poeta (Poemario, Alas en mi mundo de arena, Detrás de la memoria del ángel, Desde este invierno que no cesa, Cuando el alma insiste en la intemperie y siete antologías en las que ha participado). Fue muy premiada. Carlos Moreyra, ceramista y escultor. Haydée Trotta periodista y poeta de gran trayectoria, Gustavo Caso Rosendi, Martín Raninqueo y Alejandro Villanueva, poetas jóvenes marcados por la Guerra de Malvinas. Norberto Antonio, poeta (Parches y Remiendos, La misma voz y todo el vicio, Agua que enturbia la pupila y Desesperadamente agua) Mariano García Izquierdo escritor de cuentos, obras de teatro y poesías. José M. Pallaoro, poeta, con dos libros publicados. Enrique Gaona, escritor de cuentos, novelas y teatro (El dolor del Centauro, El perfume de las flores, Los libros, La filmación, Hemibrand, La Chingona, Teatro: Cinco autores) Ha recibido numerosos premios. Elba Alcaraz y Mario Porro, ambos escribieron Días de la Infancia, M. Porro poeta, publicó: Búsquedas por el amor, En amor por el tiempo, el tiempo, La vigilia y la roca y Tropos. Lucía Quiroga, poeta con varios premios recibidos. Loreley Cerrella, pintora. Hannah Fontán, es una pintora que promete, al igual que Silvia Montenegro en poesía.


BIBLIOGRAFÍA
Moncaut Carlos: “Estancias Bonaerenses”. Editorial El Aljibe. La Plata, 1961.
Perrone: “Diario de la Historia Argentina”. Editorial Latitud 34. Buenos Aires, 1992
Palermo Miguel y Boixados Roxana:. “LOS DIAGUITAS. La otra historia”. Libros del Qirquincho. Buenos Aires.
Aramburu, María Elena y Pilía, Guillermo: “Historia de la Literatura de La Plata”, La Comuna Ediciones. La Plata, 2001.
Lahitte, Ana Emilia: “Speroni. Poesía Completa”. Municipalidad de La Plata. 1982.
Ibarra y Grasso: “Argentina Indígena”. Editorial Tea. Buenos Aires, 1993.
Diario “El Día” de La Plata y “Semanario Norte”. 1998 a 2001.
Periódico “City Bell. Hechos y Personajes”. 1997 a 2001.
Revista Vereda bell. 2000 al 2001.
Boletín del Instituto “Fray Mamerto Esquiú”. 1961 a 1986
Diario “Hoy”. 1999.
Libro de Actas de “Asociación de Fomento City Bell”
Historia Visual Argentina de Clarín.
Revista Infu. 2000 a 2001
Otros medios consultados:
http://www.geocities.com/citybellviva
Biblioteca “Florentino Ameghino”.
Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
Entrevista al Delegado Comunal Gaspar Gamboa Saraví.
Registro Civil de City Bell.
Comisaría. Seccional 10ª.
Entrevistas a vecinos de la zona.