jueves, 1 de septiembre de 2022

1970 UN EQUIPO DE CITY BELL CAMPEÓN BONAERENSE DE LA ZONA ESTE (La Plata, Berisso y Ensenada)

 

1970 UN EQUIPO DE CITY BELL CAMPEÓN BONAERENSE DE LA ZONA ESTE 

(La Plata, Berisso y Ensenada)

 

Diario El Día de La Plata, jueves 7 de enero de 1971.

La nota comienza así: “Mañana partirá con destino a Necochea el equipo de fútbol que ganara el campeonato interescolar…”.

 

Ese verano, conocí el mar.

 

La foto es en el viejo Estadio Provincial, 1970. La camiseta es la de Seleção Brasileira de Futebol, la que estaba en "boga" ese año y, creo, la que pueden comprar. Dicen que el hombre ya había llegado a la luna.


martes, 14 de junio de 2022

ALBERTO PONCE DE LEÓN El aire y el trébol


MUNDO

Que salto que da 
el cuerpo 
para llegar arriba. 
Mas la tierra feroz que lo circunda 
lo sujeta con brazos estirados. 

Qué prodigio de cielos 
en los ojos abiertos. 
Mas la Mujer, con su misterio de árbol, 
pasa por el camino, discurriendo. 

Qué deseo de estrellas 
con sus aguas de tiempo. 
Mas la Mujer le dice, caminadora: baja 
y camina conmigo por el aire y el trébol.




En Tiempo de muchachas (Ediciones del Bosque, 1941), Fondo Cultural Bonaerense, La Plata, 1962 / 
Alberto Ponce de León (La Plata, 2 de mayo de 1917 – Buenos Aires, 3 de junio de 1976) / Para muchos, posiblemente el mayor exponente de la generación del `40 platense / Dirigió la colección de poesía de Ediciones del Bosque / Murió trágicamente, en un incendio, el 3 de junio de 1976 / 

martes, 5 de abril de 2022

ANDRÉS SZYCHOWSKI Una ballena emerge y te mira

Gustavo Caso Rosendi y Andrés Szychowski 



ORQUESTA

A Gustavo Caso Rosendi

Estás otra vez en Las Islas
Soy un niño y seré tu amigo
cuando pasen 20 años de la guerra de Malvinas
Volviste para ver cómo la nieve
se mezcla con el barro
Porque metiendo los dedos
en esa masa original
nacería una muerte menos
Porque el horror no nacido
quedaría atrapado en el ojo del maniquí
de la tienda navideña
Lo sabría el ocasional perro callejero
que le ladraría a ese ojo, y no a otro
Reconocerías la escena
y, si te dieran ganas,
le darías asilo a ese ladrido
en otro poema magistral
O, simplemente, romperías la vidriera con un zapato
Revolvés el barro, le ponés una bola de nieve,
como sirviendo otra bocha de helado,
con ágil lentitud,
como si dirigieses una orquesta de silencio
con brazos enyesados y dedos sueltos
Los pájaros te dan la espada
para divisar al enemigo:
en verdad intentan mantener a raya
a sus propios miedos
Siempre me pregunto cuál es el miedo de un pájaro
¿El miedo a olvidarse de volar?
¿De olvidarse de volar sin previo aviso
y caer a un pozo que nunca termina?
¿O lentamente, lo que sería peor aún
si se está en el mismo pozo?
¿El miedo de nacer asesino de aves exóticas?
¿El miedo de hacerse taxidermista
de sus propios hijos?
¿De exhibirlos en un museo
en el que tengan la mayoría de las acciones
y que un día la Bolsa de Valores
les juegue una mala pasada
y tengan que vender su equipo de beisbol?
¿El miedo de nacer otra vez pájaro en Las Islas
y saber que su madre final
será una explosión humana
¿Humana en el sentido malvado de la palabra malvado?
Lo cierto es que seguís ahí,
acercándote a la forma del Universo,
forma que tiene cuerpo y cabello de humo
porque el Universo es humo
a lo largo de un tiempo
que se contrae al ritmo de las mentiras
Mientras tanto, en el mar, una ballena
se calla cada vez más fuerte
hasta que se escuchan sus latidos
Es una suerte de tambor ancestral
Te das cuenta de que nunca percibiste los tuyos,
y te prometés darles una oportunidad
¿Ves? Son iguales a los de la ballena
cuando viaja hacia aguas más profundas
para dejarte solo, enteramente orquesta
La canción de barro y nieve continúa
Tres ovejas ciegas
persiguen las sombras
de tres ovejas ciegas
Un pingüino mira hacia el horizonte
y comprende que él mismo es el horizonte
Todo, todo, es parte de tu orquesta de infinito roto
Tus dedos mueven las moléculas del frío
hasta llegar al centro de la masa
y ocupar el nombre del Frío
Pero un segundo antes
de sumergirte del todo, te detenés…
Pasan los años y me adoptás como hermano
Me enseñás que “la poesía
es la unión de dos palabras
que uno nunca supuso que pudieran juntarse,
y que forman algo así como un misterio”,
como decía Federico García Lorca
Por eso leés un poema sobre Malvinas
y volvemos a brindar, con nuestros amigos,
por nosotros, por los que no están
Mientras una ballena emerge y te mira


3 de abril de 2022 
Andrés Szychowski (La Plata, 1976) / 

martes, 29 de marzo de 2022

SABRINA GROSS La tempestad por fuera y por dentro



CIRCUITO LÚDICO

“(…) Lamento que no haya fotos de la tempestad (…)”
Adriana Lestido / Antártida Negra

como un evento extraño, por fuera de la conexión con lo mundano, oigo, tu voz 
creo que es una canción
no de cuna, 
no
la despedida cuando callo, que no es estar en silencio, sino, en el sonido interno e intenso
en un maremoto
en la tempestad

por pensar, que llegaría al centro, llego a la hoja
el papel me abraza y no es lixo
es tempestad

la consciencia de jamás decirle adiós a mi hija que no es olvido
la fuente de todas las plegarias y a la vez, las escrituras

tendría que ser fuerte como un eslabón de óxido
un barco en el punto ciego, 
de todo lo azul

es el mar, en la coordenada
donde habita mi madre
la no tempestad, lo no atempestado, sino esa búsqueda de paz, 
con la que intentamos que partiera

no es lo no atempestado, el componente neto de la tempestad?
vaya a vestirse que está su amor, 
esperando en la puerta de una sinfonía

y digo, para mí, 
apenas puedo escuchar la música interna, 
cuando practico la tempestad
por fuera y por dentro

sin amor no me siento
no me percibo
no me inscribo en el historial 
mecánico de la historia

y pienso para mi, 
cuánto ego hay, en las imágenes
que circulan y que veo
como otra tempestad vidente

en una apertura de chacras intensa
se confunde la sutura con la realidad
de mi cuerpo grande
que danza
entre las fotografías del lamento

y el punto de fuga
es la extrañeza de sentirme viva
pese a todo circuito
lúdico.


City Bell, 28 de marzo, inédito

Sabrina Gross nació en La Plata en 1977 / Poeta y escritora / Vive en City Bell / Foto: jmp

jueves, 27 de enero de 2022

AURORA VENTURINI Trova final

Aurora Venturini y José María Pallaoro


TROVA FINAL 

No por este de mí, 
que es sol y libertad, te pido; 
no por este de alcurnia real 
que al primer llanto 
con un retozo de ala 
responderá al minuto. 

Sino por este otro 
que hiciste a la medida 
del cántaro para llevarle; 
sino por este otro 
que hiciste a la medida 
de lo común, bastardo, 
sin asidero, solo, 
comida de la sombra, 
goce de larvas y lemures. 

Este de mí, malsano, 
herido y maculado 
que en la oquedad de un pozo 
desecharán los hombres. 

Ven con tu voz a conversarle 
-Oh, nombre puro, invicto!-

No te repugne el ojo fiero 
ni el cuero cabelludo 
donde desoven largamente 
las Aves Fénix del ocaso.




En La trova, Colombo, Buenos Aires, 25 de junio de 1962 / 
Aurora Venturini (La Plata, 20 de diciembre de 1921 – 18 de noviembre de 2015) / Vivió muchos años en City Bell / Foto: jmp y Archivo de La talita dorada / 

viernes, 7 de enero de 2022

LEÓN PEREDO Qué hermoso fue haber ido juntos a conocer el mar

Morella y León

 

finalmente Morella conoció el río.

nos tomamos el 275 hasta Punta Lara

la ruta es larga y angosta

a los costados extensos campos se abandonan

a la espera de algún pájaro

o de alguna máquina que los embarace de arena y cal

y les haga parir edificios

bellos edificios

donde la gente se hacinará porque no puede

acceder a una casita con patio y un poco de verde

y un poco de sol y otro poco de cielo.

pero Morella conoció el río

y anduvo descalza la arena

y escribió con el dedo

su nombre y el mío

y pagamos 75 pesos para poder subir al muelle

y de ahí ver los patos negros que mordían el agua

para alimentarse. y Morella señalaba con la mano

esa mano que lleva siete años de gestos

un barco pesquero que espantaba el horizonte.

y corría en el agua

y a cada rato decía que amaba el mar.

y a cada rato yo le repetía que no era mar sino río.

mas ella insistía en llamarlo mar.

quién soy yo me dije entonces

para cambiarle el nombre a las cosas de su mundo.

nos sentamos chinito al final del muelle

y pronto comenzamos a ver a lo lejos delfines

y sirenas

y mirá papá la ballena la viste?

claro que la vi

lo veo todo con vos, hija.

y qué hermoso fue haber ido juntos a conocer el mar.

 

 

 

León Peredo (San Justo, Argentina, 16 de enero de1978 / Reside en La Plata) / Foto: Morella y León Peredo