domingo, 26 de diciembre de 2021

ATILIO BASALDELLA Balada en vísperas




    Mi querido primo Atilio, que pasó de chico varias veces por City Bell, compuso e interpretó esta hermosa canción de navidad, “Balada en vísperas (No era II)”. 
La grabó en este 2021 que se va en Pepinillos Extra. 
Atilio hace voces y guitarra eléctrica. 
Lo acompañan: Lucas Tur en guitarras eléctricas y guitarras acústicas;  Martin Pendlebury en piano eléctrico y Hamond; Tutu Rufus en bajo y  Adrian Taka Carlesso en producción, grabación, batería acústica y baterías programadas. 

    La letra dice así: 

Después de todo en este lodo eterno 
siempre voy a estar 
Y las canciones son pedazos 
para recordar 
lo que hiciste ayer 

¡Feliz navidad! 

¡Feliz navidad! 

Un mago enfermo está sentado 
sobre tu ilusión
no la deja salir 

Y lo que queda entre tus penas 
vale la intención 
de mantenerse en pie 

¡Vamos a brindar! 

¿Dónde está el champagne? 

Lo que soñaste pasaría
no resultó tan bien 
y tampoco tan mal 

Y una muchacha que es mi amiga 
muere por amar 
y si sabe perder 

jingle, jingle bells 
jingle, jingle, bells 

Sobran las palabras 


    Atilio nació un 20 de noviembre y vive en la ciudad de Rosario, siempre está dispuesto a llevar su arte adónde lo convoquen, salú primo 





viernes, 24 de diciembre de 2021

AZUCENA SALPETER Más o menos así



Para estas fiestas

y si te regalan un barco?
qué digo un barco
un chimango
como el bote del lechero en el club náutico
el que sacaba fuego por las astas
y boqueaba
por seguir los pasos del río seco
una nada
un nenúfar chiquito
jamás pintado 
ni dicho 

antes fue venturoso
un río abierto
recordás las mandíbulas sonrientes
de los yacarés?

más o menos así 
fue el futuro
que va a venir.







Poema inédito en libro 

Azucena Salpeter nació en Formosa el 9 de noviembre de 1942 / Desde 1957 reside en La Plata, y en la actualidad en Tolosa / Médica, poeta, narradora y pintora / Foto: Azucena en Taller La Plata de JMP, 30 de mayo de 2019 / Pintura de Azucena: “No precisa alas, Taube (paloma)”, óleo, mayo 2019 / 

miércoles, 15 de diciembre de 2021

ANTONIO MORO Quizá la memoria cure el huso del olvido



S

Tal vez la alquimia de las estaciones
Ese barro de la palabra
Te nombre en el durazno del día

Belleza hija pródiga que nos cuidas

Eres también el humo de nuestro sueño
Un pretexto que mejora el escepticismo
Un mensaje en el límite de la razón

Por temor a perderla la recordamos
Las horas felices rescatan la mente alucinada 


T

La memoria deconstruye  la vida 
Disipa la bruma del olvido en la confianza
En las visiones que continúan el relato

Con paciencia acepta el vacío el sinsentido
La triste consciencia del odio y la ilusión
El ansia de ternura en ésta y aquella orilla
Donde hombres y mujeres aves e insectos
Escuchan miran y algunos cantan


U

Arden su orgullo los papeles del amor
Iluminan el devenir con sus pérdidas

La locura de la experiencia habla
De uvas y jazmines en un tejido 
Ceñido por ausencias que no olvida

Quizá la memoria cure el huso del olvido


En Huso del olvido, El Espejo Ediciones, Córdoba, septiembre de 2021 
Antonio Moro nació a la vera del Río Suquia, Córdoba, en 1955 / Poeta, actor y librero / Visitó City Bell, como suele hacerlo, el 29 de noviembre de 2021 / Fotos: En espejo, AM y JMP en estación de trenes City Bell / Desde PCB nuestro abrazo al querido amigo 

viernes, 17 de septiembre de 2021

SABRINA GROSS Siempre soñé con su mirada




PÉTALO 1

Todo va a estar bien. Todo tiene que estar bien. Soy una flor, que crece, se convierte en una caricia visual a tus ojos, a los ojos del mundo. El mundo real y el mundo reflejado en el estanque de Narciso. No soy Narciso, no. Soy una flor que está en el mismo paisaje mítico y azulado.

Él llega, se incorpora al espacio, lo toma, lo hace suyo con sus reflexiones y sus dudas: ¿seré bello? ¿Serás yo? ¿Acaso ese soy yo? ¿Yo seré yo? Infinitas preguntas. En medio del aire un anuncio: seminarios intensivos del yo soy.

Una rana, alumbra. Una mantis turquesa, ilumina.

Narciso invade mi escenario, pero por eso no dejo de ser acuática, conservo mi poder, si él se estrellara se hundiría, se ahogaría en su imagen, yo recrearía una escena de salvataje, sumergiéndome no muero, sólo transformo mi belleza, pero él no lo vería, no se daría cuenta.

Narciso invade mi escenario, donde sólo transformo mi belleza. 

Volviendo al escenario del mito descubro algo más que un acto fallido. El agua del estanque -aunque en el mito público sea un manantial cristalino y transparente- es estancada y está perdiendo todo el oxígeno. Por lo tanto, agotada, puede que esté verde. ¿Cómo puede ver Narciso su belleza en el agua podrida?

Narciso crea la ilusión, la imagen de sí, y se enamora de la fantasía de sí a través del agua turbia.

Si yo fuera mito, El Mito, Narciso, crearía un millón de puntos de fuga, de dudas, perdón.

Es inevitable que el estanque tenga una vida agitada, desde su creación artificial, paisajista-decorativa, se pensó en alguien apropiado para asomarse, reflejarse y caer en él. El elegido. No cualquiera puede verse allí, ni siquiera creer verse allí. Estoy aquí desde hace siglos esperando la llegada de Narciso, la ilusión y confusión de Narciso, soy en y por eso, mi misión es estar, adornar, proyectarme en el espacio para él. Todos giramos en torno a un hombre insatisfecho, a un semi dios.

Yo giro en torno a Narciso.

Siempre soñé con su mirada. Mi deseo es que una pestaña suya caiga sobre mí y desplace su mirada a mi territorio, real o imaginario, el que proyecto o el que él pueda delimitar en torno a mí, de soslayo, quizás, evitando negaciones y amarguras. Es una pena que sólo tenga ojos para él. El mito podría rajarse como un vitraux con unas gotas de astigmatismo.

En cuanto a sus manos, podría acercarse a recuperar su pestaña y así me tocaría. Pero en la actividad mitopopéyica original, Narciso no hace nada con sus manos, sino que soy yo la que debe mover las aguas en el momento justo en el que se mire en el agua. Narciso no hace nada con sus manos, hace todo con sus ojos. Un solo movimiento mío, una sola verdad mía, puede lastimarlo o como bien cuenta la historia, mostrarle una realidad. La de su rostro. Yo debo ser bella para un instante de la vida del estanque fabuloso, él debe serlo por el resto de la historia.

Yo debo ser bella para acompañar su belleza por el resto de la historia.

¿Quién es Narciso sin su mirada? Narciso si no se reflejara en el estanque, si no se mirara solo él en el estanque, el mito, desviaría su mirada hacia mí. Mi territorio, real o imaginario, cobraría vida dentro del estanque. Y ya no sería solo él su reflejo mítico sino él mirándome, nuestra relación acuática mística. El mirándome.

Narciso, al mirarme, con la misma intensidad con la que se mira a él y solo a él, al mirarme a mí y solo a mí, sería un voyerista. Me miraría, una flor acuática abriéndose ante él desnuda, me miraría abriéndome, me miraría como él se mira a sí mismo. Tan particular y especiales encuentros, mirarse. La actividad mitopopéyica nos despierta, mirando el escenario donde los mitos ocurren, estanque estancado, la vida. Una flor, caricia visual ante sus ojos.



En Zigzag, Ediciones Sur Surreal, La Plata, 2014 
Sabrina Gross nació en 1977 en La Plata / Vive en City Bell / Poeta y escritora / Foto: jmp

viernes, 10 de septiembre de 2021

ERNESTO FAUSTINO URTUBEY Aquí exactamente es donde los abandono y que la mejor suerte los acompañe




ANHELO PARA QUIENES SE INVOLUCREN CON ESTAS CARTILLAS

Anhelo para quienes se involucren con estas cartillas, que, a poco de haber comenzado, tomen la mejor decisión respecto a seguir o abandonar para siempre su lectura. Temo, ya que nada nos cuesta creer más que esto, que nadie podrá excusarse de esta pulsión desde lo más hondo de la conciencia, como un eco por las montañas gastado, como si una agraviante alarma nos dijera: ¡Pero es que no te das cuenta que es ahora! Luego, modestamente considero se habrán convertido en protagonistas de una conspiración urdida por fuerzas que proceden del más allá de esta historia, incluso, si ustedes me lo permiten  de otros mundos. 
Porque de eso trata este registro. Contaré algo que comenzó hace cientos de años. De un pasaje entre una remota cultura del Altiplano y un pequeño grupo de revolucionarios en un río del extremo sur de nuestro continente. Del compromiso de esos hombres por recuperar toda aquella avezada y milenaria evolución y de su consiguiente tragedia. Porque lo hicieron sin saber que al asumirlo declaraban una guerra que ellos no buscaban pero que tampoco abandonarían jamás.
Tal cual se los digo, es cómo unos pocos lo saben, que así sucedió, y siendo ahora parte ustedes de aquello que se encuentran leyendo –ser partícipes de un extraordinario rescate del pasado– es que les sugiero considerar la decisión que mencioné poco más atrás. Recién entonces podremos aspirar a emanciparnos de nuestros habituales temores o para decirlo con vulgar lasitud, sentir que no hemos perdido el tiempo por encontrar aquello que la historia omite. ¿Serían capaces de excusarse? Y eventualmente, ¿de  encontrar algo más valioso? Sospecho, que para que eso no suceda es que han elegido seguir leyendo. Será bueno entonces sentir que ya se han liberado de los más cercanos compromisos en sus agendas, que ya no queda peso por sacarse de encima sino simplemente, seguir leyendo, leyendo incluso a pesar del hambre y del sueño, saber que no les podrán enrostrar, la más medrosa turbación contra su decidida lectura, y así y todo, haber renunciado al temor por perderse del rumbo o más sutilmente, dejarse confundir con los resplandores de una dulce mirada. Eso sí, tengan presente que yo no estaré y que tampoco habrá socorros para nadie. Cada cual sabe lo que lleva puesto. Como un día cualquiera llegamos, así también, un día como cualquier otro nos iremos. Y sigue siendo aún bueno no saber dónde. Aquí exactamente es donde los abandono y que la mejor suerte los acompañe…


En unos días se cumple el primer año de la desaparición física de Ernesto. De a poco voy mostrando su trabajo literario. Ojalá lo podamos editar, en un futuro cercano, en libro. Las dos imágenes que acompaña este breve texto, Ernesto me las envió el 27 de julio de 2017. Había preparado un guiso de lentejas que compartiría con sus alumnos del “Instituto” donde daba clases, en Ringuelet. Estaba muy contento ese día. 
Prólogo a la nouvelle inédita Los cuadernos de van Schultz, City Bell, julio de 2014 / 
Ernesto Faustino Urtubey (La Plata, 16 de febrero de 1959 - City Bell, 14 de septiembre de 2020) / 

jueves, 9 de septiembre de 2021

AZUCENA SALPETER Sospecho que la belleza del mundo






Sospecho que la belleza del mundo
no es nada complicada
se ejerce como el párpado del sauce
a lo largo de los días 
canta bajito
igual que un artesano
ensimismado en su pétalo de madera
el poeta 
no necesita aparecer en el poema
el navegante
sólo riela
no aparece en las cartas de navegación
los abrazos los puertos las fechas
tampoco aparecen en la corteza.


Azucena Salpeter nació en Formosa el 9 de noviembre de 1942 / Desde 1957 reside en La Plata, y en la actualidad en Tolosa / Es médica, poeta, narradora y pintora / Foto: Azucena en Taller 2019 /

miércoles, 1 de septiembre de 2021

OLGA EDITH ROMERO Mi amor es este sol



         Me trepé a tus ojos

y compartí el color,

fundí mi cabello con tu pelo

y compartí la tibieza,

me anudé a tu cuerpo

y el tiempo se detuvo.

 

(Nada enciende la lumbre

sino el fuego).

 

 

 

         Te amo hoy,

te amo sin futuro,

te amo en silencio,

te amo sin esperanza,

te amo en soledad,

te amo sin aprobación,

te amo en secreto:

te amo sin que nada

ni nadie pueda detenerme.

 

Porque mi amor es viento,

                           es luz,

                                    es río,

                                             es vida.

 

Porque mi amor es este sol

que escapa de mi cuerpo

                           entre mis manos!

 

 

 

         Vení, te necesito,

despeiname los sueños,

poné tu pecho cerca

para que me acurruque,

inventame dulzuras

y lográ que tus brazos

me convierta en paloma

y visitemos juntos

ese cielo sin tiempo

que nos une a la vida.

 

 

 

En Poemas del amor soleado, Hojas y Cuadernos de Sudestada, número 25, 1992

Olga Edith Romero nació en La Plata el 4 de octubre de 1949 / Poeta, escritora, docente / Vive en City Bell / Selección y foto: jmp

sábado, 14 de agosto de 2021

GERMANA MARTIN El refugio de la lluvia




el refugio de la lluvia
saberla allí
definitiva en sus señales
sentirla sobre el tejado viejo
su golpeteo en la ventana
su cuándo cesará
su nostalgia
su incertidumbre
su persistencia
su ronroneo en la gotera olvidada
nunca llueve fuera
nunca
siempre llueve
en el cielo
dentro nuestro


Un recuerdo del 14 de agosto de 2012 
(Nuestra, una hermosa lluvia sobre el viejo tejado)
Foto: jmp

viernes, 13 de agosto de 2021

AZUCENA SALPETER Un cuervo parla



 

Un cuervo parla y parla al final de las autopistas y altares de la noche

su pico es un viejo candelabro de siete brazos

y no funca

los tobillos azules a lo Patti Smith

le arde la garganta tose y parla sin parar

no tenemos a dónde ir

dice

no envuelvas tus cacharros en bolsitas de nylon por las dudas

no te excuses

escribe de una vez

grita si no te escuchan

esta es la tercera guerra mundial

y los carozos de durazno que juntamos para Navidad

es la obra más hermosa de todas

guarda

no son perfectos.

 

 

Inédito

Imagenes: Encuentro en el taller

jueves, 29 de julio de 2021

TAMARA SPARTI La mirada fija en una mancha de humedad



 POR ÚLTIMA VEZ…

 

 

Por última vez

tomo aire.

Presiono el botón del portero eléctrico

sin pensar.

-Vengo a ver a mi abuela.

-Todos vienen a ver a su abuela.

-Vengo a ver a Elvira.

-Cuál Elvira.

-María Elvira Ottamnedi de Coluzzi.

Suena la chicharra y se abre la puerta.

El jardín está todo florecido.

El verde del pasto como una promesa.

Flores de todos los colores.

Unos bancos de plaza preciosos.

Unos viejos tristes y deteriorados.

Una vieja se balancea

adelante y atrás

sin cesar

adelante y atrás.

Un viejo putea.

A Dios, a Perón,

a la enfermera,

a la ostia

y a mí.

Trago nada.

Tengo la boca seca.

Paso a esa especie de living

en decadencia.

Me invade el olor

a pis fresco y a pis añejo

impregnado en la ropa,

en los sillones

de cuerina marrón,

a desinfectante

con un dejo de eucalipto

a desodorante de ambientes

a la piel de los viejos.

Me acerco a mi abuela.

Huele a todo eso

y a colonia Ambré.

La observo.

Los pómulos se han caído

ya sin remedio.

Por primera vez

veo su pelo blanco

completamente blanco.

Tiene la mirada fija

en una mancha de humedad

que hay en la pared.

Dice algo.

-No te entiendo.

Tiene una lastimadura muy fea

en la pierna.

Me duele el estómago.

Quiero vomitar.

Balbucea.

-¿Qué?

Suelta palabras.

-No sé lo que decís.

Fases entre dientes.

-No te entiendo abuela.

-Que me quiero morir.

Que me quiero morir nena.

 

 

 

 

Tamara Sparti es Licenciada y Profesora en Psicología, vive en La Plata / Foto: jmp

miércoles, 31 de marzo de 2021

LA PANDEMIA NO EXISTE, MI AMOR

 

LA PANDEMIA NO EXISTE, MI AMOR

 

         El patetismo con el que se expresan algunos anti cuarentena y libertarios de solo su propia “libertad” es exasperante. Todo, todo, pasa por ellos. No hay empatía con los demás. Les importa un bledo el otro, los otros. Dicen, y no lo estoy inventando, cosas así, tomo comentarios extraídos de las redes, copio y pego:

 

 

            “Tenes miedo? #quedatenecasa dejen a la gente vivir en paz. Basta de militar la cuarentena”

            “es evidente que...a pesar de todas las miles de personas que ya MURIERON. , vos no entendiste NADA”

 

            “la que no entendió nada sos vos. Un año te tuvieron con domiciliaria y la cosa explotó igual. Dato, no opinión”

            “La ignorancia dura hasta que alguien decide no seguir al rebaño!

            Señora, quédese en su casa que está entrada en años y es grupo de riesgo mientras nosotros seguimos yendo a trabajar. Viva encerrada si le gusta y deje vivir a los demás”

            “Vos sos la que no respeta la vida ajena militando la restricción de libertades. Podes mudarte a Formosa si querés una cuarentena estricta y bien represiva.”

            “Estúpida idea de libertad" más fascista no se consigue”

 

 

         Las fotos son de la madrugada del domingo 14 de abril. Las sacó un vecino (no sé si hago bien en mostrarlas, las envió al grupo de vecinos de la cuadra). Es en la puerta-portón de mi casa. Los “chicos” festejan en la calle y la vereda. Una vecina hizo la reunión por el aniversario de un familiar. Luego se disculpó diciendo que la convocatoria, que era para alrededor de 15 personas, se había desbordado. Pidió disculpas por el ruido, las molestias ocasionadas. ¿Y la pandemia? Bien, gracias.

 

         No quiero echar culpas a nadie. Pero sí remarcar la poca solidaridad para con los otros. El bombardeo de los medios es fulminante. Machacan a toda hora. Pareciera que, los grupos financieros dueños de casi todos los medios de comunicación, nos quieren a todos muertos.

 

*

          Comparto, creo que tiene que ver con lo anterior expuesto, estas palabras de Alejandro Dolina, sobre el regreso a clases presenciales (en Revista Sudestada):

             "Si hay un virus que está matando millones de personas, no puede haber pediatras diciendo "a los niños les hace mal no ir al colegio". Claro que hace mal no ir al colegio, pero mucho peor les hace contagiarse. Por no ir al colegio no se está muriendo nadie. Usted se puede recibir de ingeniero este año o el próximo. Se puede esperar un poco, en cambio, el virus no espera. Son asuntos diferentes, hay un supuesto "humanismo pediátrico" que dice "la educación es lo más importante de la vida". Pero si tenemos una pandemia, tal vez tendríamos que rever esto, no es lo más importante en este momento.

            Yo no sé nada, pero sé pensar, y sé cuándo un pensamiento es pertinente y cuándo no lo es. Que los chicos necesitan ir a la escuela en medio de una pandemia, es un pensamiento impertinente. Ir a la escuela es importante, pero no urgente. No hay que aprobar 4to grado con urgencia. En cambio, hay personas que deben ser atendidas con urgencia. Por favor, alguien que piense bien, que no mezcle, que no se hagan lío, no se metan a pensar si no están acostumbrados. No pongamos a conducir estas cuestiones a personas que no están pensando bien. Dejen a otros, acostumbrados al pensamiento, si no están acostumbrados a pensar."

martes, 16 de febrero de 2021

ERNESTO FAUSTINO URTUBEY Cada nuevo día salgo al jardín



 

LA FUERZA PODEROSA DE LA VIDA

 

         Cada nuevo día salgo al jardín, un extenso jardín, con la idea de encontrarme con las mutaciones que las últimas 24 horas han provocado. La fuerza poderosa de la vida que se expande asistida por un sol refulgente, la tierra prodigiosa y rica y el flujo constante del agua son los elementos que alimentan estas transformaciones multicolores en pétalos, hojas y ramas recién nacidas...

 

 Hoy (16 de febrero) el querido Ernesto (Faustino Urtubey) hubiese cumplido 62 años. Este breve texto lo encontré en la última página de un libro de Michel Houellebecq.

 Ernesto Faustino Urtubey (La Plata, 16 de febrero de 1959 - City Bell, 14 de septiembre de 2020) / Foto: jmp / Archivo de La talita dorada