viernes, 22 de mayo de 2015

Roberto Themis Speroni, Soneto a la paloma que maté de niño



SONETO A LA PALOMA QUE MATÉ DE NIÑO


Todavía conservo entre las manos
el pequeño temblor de tu agonía,
y tu cuerpo de luz, donde cabía
la forma de los aires provincianos.

Herido ante un aliento de manzanos
cayó tu corazón, y el mediodía
se quebró en tu garganta y en la mía
con dolores opuestos y lejanos.

Dejé tu muerte azul bajo un ciruelo.
El verano cruzaba por el cielo,
jinete de un delgado escalofrío.

La infancia se me fue con el asombro,
por eso, cuando en pájaros te nombro,
tu corazón regresa con el mío.


Roberto Themis Speroni (La Plata, 1922 – City Bell, 1967).

Foto: José María Pallaoro, “Taller”.

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