París, Café Le Mistral, frente al Sena, jueves 5 de septiembre de 2019 |
ESTUDIO DE LA ESPERANZA
Éramos
creyentes, o no.
El
ejercicio práctico se ponía en marcha
con
ese balde con agua,
ídolo de
lata galvanizada,
una superficie
espejante,
resbaladiza, traicionera.
Convencidos,
sin más
vueltas, lo increpábamos:
“Recibe
la rata que te arrojamos”,
y con
los ojos clavados en el animal
veíamos
el pasmoso consentimiento con que nadaba:
8
horas en círculos concéntricos,
antes
de dejarse ir a pique.
Entonces,
algo
imprevisto incitaba a manipular
alguna
especie de salvación,
y
corregíamos la experiencia.
Arrojábamos
a la próxima
sentenciada,
antes
de la octava hora fatal, una maderita
donde
volviera por unos minutos
a un
experimental sosiego,
para
quitársela y comprobar fácilmente
que
esos órganos desesperados resistían flotando
40
horas más.
Como
si lo que está compuesto de carne y chillidos
lo fuese
también de memoria y espera.
Los
cuerpecitos, al final de cada sesión de trabajo,
se
arrojaban a las cloacas.
En cuanto a nosotros,
Suponiendo
que investigábamos sobre la esperanza;
habíamos
comenzado a estudiar sobre la crueldad.
Puente de las Artes, cerca de la Maga |
Abel
Robino y José María Pallaoro en París, septiembre de 2019
Abel
Robino (Pergamino, Provincia de Buenos Aires, 7 de octubre de 1952)
Platense
por adopción, en cuarentena en algún lugar de Argentina
Fotos:
archivo de la talita dorada
Para que una escena se repita, bajo la placa donde apuñalaron a Enrique IV el 14 de mayo de 1610 |
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