CANTO
Lo primero es el
viento,
que recoge el
suspiro de tu boca,
y lo lleva –
profético –
por sobre los
desiertos del aire, hasta los muros
donde la eternidad
es una hiedra
que pende hacia el
azul, y donde el día
florece a lo alto
entre la antigua nieve,
y va la vida en
calma
como por su jardín
que el sol envuelve
de silencioso
fuego.
Y luego el canto,
el frágil
señor de cuanto
dice
por ti la tierra,
el cielo, y el infierno,
cuando te aprieta,
último, solidario
el frío anillo de
la muerte
clavado en ti como
la misma vida:
oculto y tenso
señor de cuanto
miras, es el canto;
señor de cuanto
dices es el viento
que repite tu
nombre y te propaga
como un ídolo
extraño
que golpea tu
frente, y lanza el eco
de tu nombre al
olvido.
En:
“Naranjos de fascinante música: poesía contemporánea de amor en La Plata”,
Libros de la talita dorada, 2003.
Norberto
Silvetti Paz (Tucumán 6 de junio de 1921 – La Plata, 3 de febrero de 2005). Vivió
en City Bell. Traductor, poeta.
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