Cuatro
pájaros colgados de un hilo,
la ropa sin planchar,
el ruido de las cañas que golpean la noche,
la luna que no está,
el cielo herido que derrama su sangre transparente,
el rugido de un motor veloz que se diluye,
el tic tac del corazón de un despertador,
la gata que se inquieta sobre la estufa.
la ropa sin planchar,
el ruido de las cañas que golpean la noche,
la luna que no está,
el cielo herido que derrama su sangre transparente,
el rugido de un motor veloz que se diluye,
el tic tac del corazón de un despertador,
la gata que se inquieta sobre la estufa.
Y
yo aquí,
aquí en la espera del día,
deshaciendo palabras con las manos.
aquí en la espera del día,
deshaciendo palabras con las manos.
Foto. José María Pallaoro, "Entrar a casa".
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